Se vende la pista de baile de "Fiebre del sábado noche"
Fue en este icónico suelo de 288 bombillas de colores donde John Travolta interpretó sus bailes más famosos en la gran pantalla
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Los andares sobre zapatos brillantes y rojizos al ritmo de "Stayin' alive", la mítica canción de los Bee Gees, son icónicos. Durante los créditos iniciales de "Fiebre del sábado noche" (1977), se observa a un Tony Manero, interpretado por John Travolta, caminando por Brooklyn en una escena que no pasa desapercibida para el espectador de la película que dirigió John Badham. Una cinta que jugó un papel clave en el impulso de la música disco a nivel mundial, y que se convirtió en un fenómeno sociocultural que derivó en todo tipo de tendencias sonoras o de vestimenta: los pantalones de campana y las camisas de cuello en forma de "V" se multiplicaron y distribuyeron por las pistas de baile no solo estadounidenses, creando una imagen que casaba a la perfección con las luces de colores y las bolas de espejo. Pero no pudo existir tal escena estética y musical sin un elemento clave: las pistas de baile. La que aparece en "Fiebre del sábado noche" es, además, especialmente icónica, pues en ella el protagonista realiza unos bailes que consagraron al actor como un signo del universo disco. Ahora, esas luces rojas, amarillas y azules por las que Travolta deslizó sus pies a finales de los 70 se pone en venta: la pista de baile figura entre las piezas de recuerdo de la película que saldrán a subasta en junio, de la mano de Julien's Auctions.
Desde la casa de subastas estiman que la pista de baile se venda por entre 200.000 y 300.000 dólares. Originalmente, este objeto, que se hizo a medida, costó 15.000 dólares a la producción de la película. Una vez se rodó, permaneció en el club Spectrum, hasta que cerró sus puertas en 2005. En 2012, la pista volvió a aparecer en la pantalla, esta vez en la serie "Glee", en un episodio de su tercera temporada. "La base de la pista, de más de 7 metros de largo y 6 de ancho, está construida con un marco de madera dividido en doce secciones separadas. El exterior está pintado de negro. Cada sección contiene 24 bombillas luminosas y, en total, el suelo cuenta con 288 bombillas que se iluminan siguiendo un patrón", definen.
Esta pista fue, por tanto, un complemento clave para una de las escenas más representativas de la cinta, para la que John Travolta realizó un trabajo de preparación bastante minucioso. Explican desde Julien's Auction que el actor "se sometió a un riguroso entrenamiento de danza. Trabajó en estrecha colaboración con el coreógrafo Lester Wilson, quien le ayudó a desarrollar movimientos de baile suaves y enérgicos, que se convirtieron en sinónimo de la era disco. Travolta rechazó la idea de utilizar un doble para el papel, e insistió en el uso de ángulos de cámara amplios para mostrar el movimiento de todo el cuerpo junto con la icónica pista de baile".
Queda evidente, por tanto, hasta qué punto "Fiebre del sábado noche" dejó una huella imborrable en la cultura popular, algo también incentivado gracias a la impecable banda sonora que pusieron los Bee Gees. Llegaron a vender unas 30 millones de copias de estas canciones, considerada como una de las bandas sonoras más exitosas de todos los tiempos, junto a otras cintas como "El guardaespaldas" (1992).