Las batallas de gladiadores que Airbnb organiza en el Coliseo indignan a Roma: "No somos Disneylandia"
"Por primera vez en casi 2.000 años, el Coliseo vuelve a su propósito original como lugar de espectáculos", anunció la plataforma
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Es parte del peligro de convertir las ciudades en parques de atracciones. Uno se puede llegar a creer que todo vale con tal de hacer caja. Acostumbrados a ver los centros de las ciudades abarrotados, la última llega desde Roma: el fervor del estreno de 'Gladiator II' ha llevado al Coliseo y a Airbnb a unir sus fuerzas para organizar batallas de gladiadores sobre la arena del anfiteatro más famoso del mundo.
El proyecto no ha tardado en desatar la ira de paisanos y expertos, que afirman que el sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco se está convirtiendo en una suerte de Disneylandia.
La propuesta es la siguiente: en el atardecer de los días 7 y 8 de mayo, los visitantes serán conducidos a la arena iluminada por velas, recorrerán las cámaras subterráneas donde los gladiadores se preparaban para la batalla, verán una pelea de gladiadores y, después de una cena ligera de guerreros a base de granadas, almendras y nueces, empuñarán espadas en su propia batalla simulada. En total, tres horas de experiencia.
Se seleccionarán 16 personas para participar en una inmersiones que se pueden reservar a través de Airbnb a partir del 27 de noviembre. "Por primera vez en casi 2.000 años, el Coliseo vuelve a su propósito original como lugar de espectáculos", anunció la plataforma de alquiler sobre la iniciativa.
El precio de darle este "poder" a Airbnb: 1,5 millones de dólares es lo que la empresa aporta al parque arqueológico que administra el anfiteatro para apoyar los trabajos de renovación y conservación, incluida una modernización de la colección permanente del sitio.
Las quejas no se dejaron esperar: "No podemos convertir uno de los monumentos más importantes del mundo en un parque temático", escribió el responsable de cultura del Ayuntamiento de Roma, Massimiliano Smeriglio, quien ha escrito a Airbnb para solicitar que cancele las experiencias sin retirar la donación de 1,5 millones de dólares.
Enzo Foschi, líder local del Partido Demócrata, afirmó: "No somos Disneylandia, somos Roma". Viviana Piccirilli Di Capua, presidenta de la asociación que representa a los habitantes del centro histórico, calificó la iniciativa como "un insulto al estatus de patrimonio mundial de la ciudad".
Entre tanto ruido, Airbnb salió al paso con un comunicado en el que explicaba que las "actividades inmersivas" se realizaban "con pleno respeto al monumento" y "basadas en una investigación histórica rigurosa". Por su parte, Alfonsina Russo, responsable del parque arqueológico del Coliseo, afirmó que el proyecto tenía como objetivo "valorizar el patrimonio histórico y cultural".
Todo el debate surge al tiempo que los romanos acusan a Airbnb de contribuir a un auge en los alquileres a corto plazo, lo que está creando una escasez de viviendas y expulsando a los locales en ciudades como Roma, Florencia y Venecia debido a alquileres inasequibles.
La iniciativa del Coliseo ha recibido elogios de los miembros de alto rango de Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra Giorgia Meloni. Federico Mollicone, un aliado clave de Meloni que encabeza la comisión de cultura en la cámara baja de Italia, acusó a los políticos de izquierda de albergar "prejuicios contra la romanidad" y "odio hacia la tradición de la historia romana".