Un museo de Ámsterdam devolverá un Matisse a los herederos de su propietario judío
El cuadro era propiedad de un industrial alemán de origen judío que tuvo que emigrar de Alemania y refugiarse en Ámsterdam
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El cuadro llegó a Ámsterdam y fue vendido en 1941 por la familia del empresario textil germano-judío Albert Stern (1861-1945). Se trataba de "Odalisca", una de las versiones de la serie que el francés Henri Matisse realizó a lo largo de su vida y terminó en las galerías del Museo Stedelijk de la capital holandesa. Ahora, el Comité de Restituciones de Países Bajos ha recomendado a la pinacoteca y al Municipio de Ámsterdam -propietario de la colección- devolver a sus herederos el cuadro porque es “plausible” que Stern y su familia, que huyeron a Países Bajos en 1937, vendieran el cuadro por necesidad debido a la ocupación nazi. El centro de arte ha anunciado que así lo hará.
Según los expertos de este comité, las sospechas de la necesidad de la familia Stern son "fundadas". La familia podría haber necesitado esos fondos para poder escapar de los nazis, lo que para el Comité de Restituciones hace que esa compraventa sea una "pérdida involuntaria de posesión debido a circunstancias directamente relacionadas con el régimen nazi", según recoge la agencia neerlandesa ANP.
"Esta obra de arte representa una historia muy triste y está conectada con el sufrimiento indescriptible infligido a esta familia. El fallo del Comité de Restituciones hace justicia a esta historia y, naturalmente, seguiremos su consejo vinculante", afirmó el director del Stedelijk, Rein Wolfs. A pesar de sus intentos de escapar a la persecución nazi, Stern fue deportado a varios campos de concentración y exterminio, hasta que murió en enero de 1945, mientras que su esposa sí logró sobrevivir a la guerra y emigró a Reino Unido.
La concejala de Cultura, Touria Meliani, subrayó que la devolución de obras de arte, como la "Odalisca" (pintada entre 1920-1921), puede “significar mucho para las víctimas y es de gran importancia para el reconocimiento de la injusticia cometida contra ellos” y advirtió de que Ámsterdam, “como ciudad, tiene un papel y una responsabilidad en esto". Se calcula que los museos neerlandeses poseen al menos 170 obras de arte que fueron robadas a sus propietarios judíos durante la Segunda Guerra Mundial. En el Museo Stedelijk hay quince objetos con una posible procedencia problemática.