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¿Cuántas catedrales tiene España? (Y cuáles son las 7 más bonitas)

Hoy, 19 de octubre, se conmemora el día internacional de las catedrales. Repasamos el imponente catálogo arquitectónico de España
SALASEFE
La Razón

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España no puede presumir de la catedral de Santa María del Fiore (Florencia), ni de la de Notre-Dame (París), ni de la de St. Paul (Londres), ni de la de San Basilio (Moscú), ni de la de Hallgrímskirkja (Reikiavik). Pero, en realidad, nuestro país no tiene mucho que envidiar porque tiene un catálogo de templos magníficos, algunos de los cuales no solo son atractivos turísticos, sino más que eso: patrimonio histórico de la Humanidad.
España, con un total de 88 catedrales (deben su nombre a que en ellos, según la tradición católica, el obispo tiene su cátedra —el sillón en el que se sienta durante la liturgia—), tiene distribuidos sus imponentes templos a lo largo y ancho de toda su geografía.
Lo normal es que la construcción de cada catedral se alargarara durante varios siglos, por lo que es muy frecuente que adapten diferentes estilos arquitectónicos como resultado de las influencias de cada época.
De todo el repertorio de catedrales de España, hay algunas que sobresalen por su belleza. Una reciente lista elaborada por 96.000 seguidores de la cuenta de Instagram de Lonely Planet dio como resultado este ranking respecto a las catedrales más hermosas de España.
1. Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza)
Según una antiquísima tradición, la basílica se construyó en el mismo lugar en el que la Virgen se apareció al apóstol Santiago, que se encontraba predicando a orillas del Ebro.
El actual templo se comenzó a construir a finales del siglo XVII, con enormes torres y cúpulas. En 1718 se terminaron las naves y se colocaron el retablo mayor y el coro procedentes de los anteriores templos.
Posteriormente, el arquitecto Ventura Rodríguez es el encargado de construir la Santa Capilla de la Virgen. Ésta es la verdadera alma del templo.
En su interior se pueden contemplar imponentes bóvedas de crucería, el retablo de la Asunción, la Pilarica e incluso dos bombas que cayeron sobre la catedral a principios de la Guerra Civil.
2. Catedral de Santiago de Compostela
Aunque la construcción de la catedral románica se inició en el año 1075, bajo el reinado de Alfonso VI, no fue hasta 1738 cuando Fernando de Casas derribó la antigua fachada e inició la actual, visible desde la plaza del Obradoiro.
La catedral de Santiago está considerada como la obra más sobresaliente del arte románico en España. Es, además, la meta de todos los Caminos de Santiago, que durante siglos han llevado a los peregrinos de la cristiandad hacia la tumba de un apóstol.
Por si fuera poco, fue la piedra inaugural para la construcción de una urbe monumental, Santiago de Compostela, que nació en un bosque sagrado del fin del mundo con vocación de Ciudad Santa y Patrimonio de la Humanidad.
Aunque iniciada, como decíamos en tiempos de Románico, la mayor revolución estética llegaría al templo en tiempos del Barroco, que comenzó en 1660 por transformar el altar mayor y la cúpula. Su mayor esplendor se alcanzó con la culminación, en 1750, de la estampa más icónica de la catedral: su magnífica fachada del Obradoiro.
3. Catedral de Burgos
Se trata de la tercera catedral de España, no en belleza sino en dimensiones por detrás de las de Sevilla y Toledo. Está considerado un sobresaliente edificio gótico —la primera catedral gótica de la Península— pero también ha adaptado el estilo adornado con flores venido de Francia y de Alemania al exuberancia propia del estilo decorativo español.
Las numerosas obras de arte que se encuentran en el interior hacen un grandioso museo de la escultura gótica europea. Es la única catedral de España declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (desde el 31 de octubre de 1984).
A menudo se han realizado comparaciones entre la catedral de Burgos y su gran modelo inspirador, Notre-Dame (París). De hecho, hasta la incorporación de las agujas de la Seo burgalesa en el siglo XV, la imagen de ambas fachadas principales era muy similar, puesto que la Catedral de Santa María de Burgos, cuya fachada data del siglo XIII, salvo ligeras modificaciones en sus tres portadas, está inspirada en el arte gótico de los templos franceses.
4. Catedral de León
La Pulchra Leonina, como así se llama a la Catedral de León es, cronológicamente, la tercera gran seo del gótico clásico en la Corona de Castilla, iniciándose su construcción en la segunda mitad del siglo XIII.
Aunque hemos visto la huella francesa inconfundible de la catedral de Burgos, también esta existe en la de León. En su caso, sin embargo, guarda una mayor similitud con la catedral de Reims (evidente en la planta) y también con las de Amiens y Beauvais, en el alzado.
Una de las características de la arquitectura de la catedral de León que le añade espectacularidad al conjunto de vidrieras es que el triforio se cierra al exterior no con muro de piedra sino con vidrieras, enlazando con el ventanal superior.
5. Catedral de Sevilla
Aunque no hay consenso en la fecha de inicio de las obras (siglo XIV, en todo caso), sí que lo hay respecto al final de sus trabajos. La Catedral de Sevilla se terminó el 10 de octubre de 1506 y se consagró como catedral en 1507. El resultado fue un edificio de estilo principalmente gótico.
Se trata de la catedral gótica más grande del mundo con unas dimensiones de 116 metros de longitud por 76 metros de ancho y una altura de 40 metros.
Dentro de la Catedral se pueden encontrar tres figuras un tanto peculiares un colmillo de elefante un cocodrilo y un bocado de jirafa, según la leyenda estos exóticos objetos fueron presentes del sultán de Egipto a Alfonso X el Sabio, al rechazarlos se quedaron en la Catedral.
Cabe destacar que en su interior se hallan los restos de Cristóbal Colon que, tras varios viajes (Valladolid, su lugar de fallecimiento, en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla, en Santo Domingo y La Habana), regresaron a la catedral de Sevilla tras la pérdida de Cuba en 1898.
6. Catedral de Granada
Considerada como la primera iglesia renacentista de España y como uno de los mayores exponentes de este orden artístico, los Reyes Católicos mandaron su construcción en 1492 y se proyectó, en principio, siguiendo el modelo gótico de la Catedral de Toledo.
En 1528 Diego de Siloé se hizo cargo del proyecto y diseñó una nueva planta del templo al estilo renacentista español. Casi doscientos años después, en 1704, se finalizaron las obras.
Destaca por la gran altura de sus cinco naves y su girola. La nave central alberga dos magníficos órganos barroco.
Su conjunto ha servido de referente de otras catedrales como la de Jaén, Málaga y Guadix.
7. Mezquita-catedral de Córdoba
La Mezquita-Catedral de Córdoba es, sin lugar a dudas, un templo clave en todo el Occidente islámico. Con más de trece siglos de historia, este edificio que ha servido de lugar de culto para visigodos, musulmanes y cristianos, es hoy un monumento esencial para entender la historia de Córdoba.
El símbolo por excelencia de Córdoba es la mezquita, reflejo del poder del califato y del legado de al-Ándalus en la Península Ibérica. Además, es un monumento que refleja a la perfección la fusión del arte omeya con otros elementos cristianos.
La mezquita de Córdoba comenzó a construirse en el año 786, bajo el mandato del primer emir omeya de Córdoba, Abderramán I, sobre los restos de una antigua basílica visigoda.
La mezquita de Córdoba pasó a ser catedral cristiana en 1236, tras la reconquista de la ciudad por Fernando III el Santo. A partir de ese momento, los musulmanes fueron expulsados de Córdoba y en la mezquita se construyeron capillas, altares y otros elementos cristianos.
En el siglo XVI, Carlos V autorizó construir la actual catedral cristiana en las naves de la mezquita. El resultado fue un gran edificio de planta de cruz latina “encajado” en medio del bosque de columnas de la sala de oración musulmana.
El resultado fue la Mezquita-Catedral de Córdoba, que fusiona los estilos omeya, gótico, plateresco, renacentista y barroco.