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Luis Fonsi: “El éxito de “Despacito” no me influye musicalmente”

El cantante lanza «Ley de gravedad», un nuevo álbum con 16 canciones que cantan al amor, a las mujeres y, en definitiva, «a lo que todos los seres humanos alguna vez hemos atravesado»
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Momentos, ritmos y fusión. Luis Fonsi trabaja a través de lo intuitivo para provocar el baile de su público a la vez que despierta sus emociones. Tras 24 años experimentando en la música, y con la placentera mochila de haber arrasado a nivel mundial con “Despacito” (2017), lanza su nuevo álbum “Ley de gravedad”, una búsqueda artística de nuevos estilos, entremezclados con su sello personal y la inquietud de probar cosas nuevas. Un disco donde sensualidad y fiesta se unen a través de colaboraciones con Nicky Jam, Cali y El Dandee, Sebastián Yatra o Mike Towers.
¿De dónde nace “Ley de gravedad”?
Sobre la marcha, composición tras composición. Siempre buscando ese balance de canciones entre lo rítmico, las fusiones, las colaboraciones, pero también teniendo temas con mucha melodía, con mucha letra, y siempre navegando entre los mundos que me definen, entre la balada y los temas más rítmicos. Nunca me quedo en un solo estilo. Trato de que sea muy variado, que si lo escuchas de principio a fin sea como un viaje, que las colaboraciones tengan diferentes colores. He querido llenar diferentes espacios.
Se deja llevar por lo que le pide el cuerpo.
Sí. No soy de analizar, sentarme en un estudio a escribir una canción pensando en lo que el público va a querer escuchar, viéndolo de un punto estratégico... se convertiría en algo muy forzado. Hay días en que el cuerpo me pide hacer algo súper fiestero, o de repente me levanto, agarro la guitarra y nace una melodía melancólica. Y no necesariamente porque esté atravesando eso, es un ejercicio que no tiene mucha ciencia, que funciona por instinto.
¿Qué principal evolución creativa ha experimentado que se refleje en el álbum?
Con los años uno se va conociendo más. Mi primer disco, de hace 24 años, era más de cantar, quería que la gente me escuchara. Poco a poco, uno va buscando su espacio dentro de la música, de la industria, va viendo qué le gusta a la gente y trata de agarrar ese camino. Es una responsabilidad hacer discos de calidad y evolucionar con el público. Mantener la propia esencia, pero a la misma vez reinventándose, porque cada disco es un nuevo comienzo. Acabo de lanzar este y ya estoy pensando en el próximo. Es como una búsqueda eterna.
¿Cómo se remonta tras un “hit” mundial como “Despacito”?
Lo que ocurre en discos pasados son huellas en el camino, no forman parte de la estrategia. “Despacito” fue muy importante a nivel mundial y algo que no pasa todos los días. Me siento muy agradecido por ser parte de algo histórico, pero musicalmente no me influye. La cantaré con el corazón y el amor por el resto de mi vida. Pero si mañana tengo una sesión de composición, no me guía creativamente. Hay que buscar siempre lo próximo.
¿Valora más de un artista que sepa responder a una tendencia o diferenciarse de ella?
No soy la mejor persona para definir cuáles son las mejores estrategias. Mi filosofía es que todo empieza y termina con una buena canción. Alrededor de eso hay otros factores como la humildad o la disciplina.
A nivel temático, ¿de qué habla el álbum?
Es un libro de historias de amor, inspiradas en la mujer, en las relaciones, en los momentos bonitos y difíciles, en los errores que cometemos... Yo le canto a lo que uno siente, a lo que todos los seres humanos alguna vez hemos atravesado, y ojalá que alguien se identifique con ello. En este disco no hay canciones que vayan dirigidas a alguien en especial. Trato de cuidar mucho mis letras, siempre respetando a la mujer. Hay algunos temas más sensuales, especialmente los que tienen un toque de la fusión urbana. Otros, como “Luna”, son composiciones más profundas. He disfrutado de haber podido, hoy día, lanzar un álbum de 16 canciones.