El arco de Jamete, de la catedral de Cuenca, en la lista roja de Patrimonio
La asociación Hispania Nostra advierte sobre el mal estado del monumento: “Sufre un proceso de salinización imparable. Parte de la obra ya ha perdido su forma”
La asociación Hispania Nostra continúa velando por el Patrimonio cultural y artístico de nuestro país, lanzando avisos sobre aquellos tesoros arquitectónicos cuya permanencia en el tiempo peligra. Ahora, el toque de atención es hacia la Catedral de Cuenca, pues ha incluido en su Lista Roja del Patrimonio el arco de Jamete de dicho templo. Construido en el siglo XVI por Francisco de Luna y Esteban Jamete, la asociación lo define en su página web oficial como “una pieza estrella del Renacimiento en España y Europa en el interior de un edificio”.
No obstante, el arco ha sido incluido en la Lista ya que el monumento “experimenta un proceso de salinización de la piedra que sigue imparable desde inicios del siglo XX”. Cuando entonces se cayó sobre el arco una parte de la torre del Giraldo, la techumbre y la cúpula fueron destruidas, dejando a la intemperie todo el conjunto arquitectónico. Ante esto, advierten que “en el interior del arco, parte de la obra ya ha perdido el volumen de sus formas”.
Asimismo, “la obra está amenazada por la humedad y el mal de la piedra, además los casetones del arco de Jamete siguen esperando más de un siglo a ser recolocados tras el hundimiento de la torre del Giraldo”, explican desde Hispania Nostra en un comunicado. Y lo resume: “Sufre un proceso de salinización imparable. Parte de la obra ya ha perdido su forma”.
El Arco de Jamete, obra realizada entre 1546 y 1550, es, en palabras de la asociación, “un magnífico frontispicio construido como portada a la entrada principal de acceso al claustro. Tras la portada, se configura una especie de capilla con bóveda elíptica, dos nichos laterales, uno a cada lado, y la portada del claustro en el fondo”. Así, la obra se configura como una puerta hacia la grandeza, consagrándose como un gran artífice del Renacimiento español.
Con esto, el monumento conquense se une a una lista que recoge cerca de 900 monumentos españoles en riesgo de desaparición, siendo últimamente añadidos obras como el Palacio de Orleans y Borbón de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), el Castillo de Santa Catalina del Monte o Verdolay (Murcia) o la Hacienda Ibarburu en Dos Hermanas (Sevilla). Una selección cuyo principal objetivo es “dar a conocer y proteger aquellas partes de nuestro Patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y peligro”, escribe la asociación en su web oficial.