La Virgen de los Desamparados empieza a cubrir su manto

Jornada plenamente fallera en Valencia, en la que el fervor y la devoción a la Virgen de los Desamparados inundó ayer las calles de una marea de falleras y falleros en la tradicional Ofrenda floral a la «Geperudeta», patrona de los valencianos. Miles de personas procesionaron hasta la plaza de la Virgen para entregar su ramo de claveles con el que ha comenzado a tejer su manto, y que cada año tiñe de blanco y rojo uno de las principales figuras de la tradición fallera. Una intensa jornada que comenzó a las 15:30 horas con un emotivo minuto de silencio por las diez víctimas mortales que el pasado 22 de febrero perdieron la vida en el trágico incendio del bloque de viviendas de Campanar.

Durante dos jornadas de Ofrenda, más de 100.000 personas de unas 400 comisiones desfilarán ante la patrona de la ciudad, ubicada entre la Basílica y la Catedral, para pedir su bendición en uno de los actos más tradicionales y emotivos de las fallas.

La plaza de la Virgen se convierte en epicentro de tradición y sentimientos, de promesas y anhelos que pasa de madres a hijas en este «kilómetro cero de la felicidad fallera», como lo ha denominado una de las primeras falleras en depositar su ramo.

El «cadafal» de la Virgen, según detalló Efe, sobre el que los «vestidores» colocan los ramos que llegan a los pies de la figura, fue diseñado en 1987 por José Azpeitia, premio nacional de Escultura, y ha sido recientemente restaurado en el taller valenciano Ceballos y Sanabria. A pesar de que únicamente se expone al aire libre durante una semana cada año, el deterioro de las figuras era ya visible.

Los 50 responsables de dibujar el tradicional manto floral cuentan ahora con nuevas líneas de vida a las que sujetarse mientras trabajan en alturas de hasta 9 metros. Tanto en la reparación de esta estructura de madera como de la imagen de la Virgen se han invertido 54.500 euros y la labor ha corrido a cargo de artistas falleros formados en arquitectura técnica.

Además, la mascletà que se disparó ayer en la Plaza del Ayuntamiento dejó huella en quienes la presenciaron, ya que la pirotecnia Caballer FX hizo gala de la fama que le precede, y logró una sucesión de truenos y estallidos que aceleró el corazón de las miles de personas allí congregadas.

Una jornada totalmente primaveral, en la que el clima típico de fallas permitió disfrutar de los monumentos ya instalados en las calles, al ritmo de charanga, con churros y buñuelos, y con la bendición de la Virgen sobre todos los valencianos.