Circularon audios en redes sociales de supuestos buzos que requerían ayuda psicológica para poder continuar inspeccionando el aparcamiento del centro comercial Bonairede Aldaia. Otros que aseguraban que las fuerzas de seguridad afirmaban que era un cementerio. Todo mentira.

Fuentes policiales han confirmado que los trabajos para desaguar el agua continúan. La última hora que confirma la Policía Nacional es clara. "Quedan unos 40 centímetros de agua, todos los coches están inspeccionados y de momento no se han encontrado víctimas". Por tanto, la previsión más alentadora afirma que es posible que "no las haya, pero hay que desaguar todo porque hay mucho lodo y basuras".

La clave sobre por qué no se han producido víctimas está en el trabajo de los vigilantes de seguridad de la empresa Securitas, que desde un primer momento evacuaron a clientes y dependientes y los subieron a la segunda planta.

El testimonio lo presta un directivo de Factory Bonaire, que es una de las dos partes que compone el centro comercial. No quiere dar más datos sobre su identidad pero solo tiene palabras de agradecimiento a los vigilantes.

El jefe del servicio de seguridad del centro, que tampoco da su nombre, explica que no estaba de servicio en ese momento pero que sus vigilantes le llamaron en cuanto fueron conscientes de la gravedad de la situación y fue él quien les conminó a subir a los clientes y a los dependientes, a todo el mundo, a la segunda planta del complejo, que se encuentra en gran parte, vacía.

Los vigilantes de Factory Bonaire ubicaron a todas las personas, «unas setenta u ochenta personas» en estos locales que a día de hoy están vacíos. Y allí permanecieron hasta que al día siguiente las autoridades les dieron permiso para desalojar el centro. Allí tenían agua y estaban mínimamente a salvo.