Opinión. A través del espejo
Oltra y el jaque mate al rey
En el PSPV restaron importancia a la dimisión de Oltra
No me gusta comparar la política con partidas de ajedrez, ni de fútbol ni con argumentos de series de televisión. No me gusta porque creo que conlleva a una peligrosa teatralización del instrumento que tenemos para que la vida de todas las personas sea mejor y más justa. No obstante, cualquier persona aficionada a seguir lo que ocurre en este país sabrá que las intrigas y las deslealtades son una práctica demasiado habitual.
Esta semana la ex vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, que hace ahora un año anunció entre lágrimas su dimisión, resumió con una frase muy gráfica su impresión sobre por qué el Consell de izquierdas no pudo revalidar su mayoría en las pasadas elecciones autonómicas.
«En ajedrez no conviene sacrificar a la Reina (ella), ahora el Rey está muerto (Ximo Puig)», dijo Oltra en la presentación del libro de Ernesto Kaizer «Operación jaque mate».
Estas palabras vienen a confirmar una de las tesis que manejó la oposición al Botànic en los últimos ocho años.
Una parte importante del PP aseguraba que con debilitar a Mónica Oltra sería suficiente para impedir otro Gobierno de coalición de izquierdas. Mientras que otra sostenía que eso no sería posible si no se conseguía debilitar a Ximo Puig.
Cada uno, además, «tenía» su caso. Oltra el de los abusos a una menor por parte de su exmarido, y Puig el de su hermano, imputado por recibir subvenciones públicas.
Difícilmente se puede interpretar que el presidente en funciones haya recibido castigo en las urnas por este asunto porque ha logrado el mayor número de votos para el PSPV en los últimos 16 años. Por contra, Compromís, con Joan Baldoví como candidato, ha perdido dos escaños.
Puig dijo no sentirse aludido por las palabras de Oltra, pero seguro que más de uno en el PSPV lamentó quitarle importancia a la desaparición política de Oltra.
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