Más Humanismo, menos Maquiavelo

He querido esperar un tiempo prudente antes de permitirme escribir unas letras sobre la catástrofe vivida por mi Comunidad a consecuencia de la DANA. El tiempo ayuda a exponer las ideas sin un apasionamiento excesivo.

Hace unos años tuve una conversación con un político curtido en mil batallas, por aquel entonces yo asumía una nueva responsabilidad en mi empresa, que suponía tener contactos frecuentes con la clase política.

«Mira Manolo», me dijo, «hay dos variables que te harán entender las acciones y conducta de los políticos cualquiera sea su partido o afiliación. Estas son: acceder al poder, mantenerse en el poder. Con estas dos variables en la cabeza podrás entenderlos e incluso anticipar sus movimientos en muchas ocasiones».

Si aplicamos estas dos variables a las actuaciones realizadas por los distintos partidos políticos ante la catástrofe, veremos que estas han sido sumamente coherentes. Unos para mantenerse, los otros para acceder.

A todos nos ha sorprendido la forma de actuar de los voluntarios. El movimiento surge de los jóvenes y luego se va uniendo el resto de la sociedad. Estos de forma espontánea tuvieron la capacidad de organizarse a una velocidad increíble, y presentarse en las zonas de la catástrofe al poco de suceder esta. Sin preguntarse por su tendencia política, sin hacer divisiones entre buenos y malos. Movidos por la voluntad de ayudar a otros ciudadanos en su desgracia.

Contrasta esto con la tardanza en la reacción del Estado. ¿Cómo fue posible? El Estado con más medios, más información, más gente preparada, grandes liderazgos. Es difícil de entender.

Volvamos a las variables comentadas, mantenerse, acceder al poder. Esta perspectiva nos aclara las cosas.

No he leído a Maquiavelo, pero supongo que su doctrina expuesta en «El Príncipe», sobre cómo deben actuar los gobernantes para prevalecer debe ir en esa línea.

Uno de los grandes líderes mundiales actuales escribió hace unos años: la grandeza política se muestra cuando en momentos difíciles se obra por grandes principios, y se piensa en el bien común a largo plazo.

Creo que ha llegado el momento de una renovación de la clase política, el actual cálculo político basado en acceder al poder o mantenerme en el poder no nos es útil a los ciudadanos. los ciudadanos nos merecemos algo mejor.

Merecemos que profesionales de prestigio dediquen unos años a ser servidores públicos, a servir no a servirse de. Merecemos que esos jóvenes que han demostrado que son capaces de unirse sin hacer distinción de credos o ideologías den un paso adelante e impregnen las estructuras políticas de comportamientos humanistas.

Creo que necesitamos más humanismo y menos Maquiavelo, dejemos al diplomático italiano y a sus ideas descansar en paz.