El día de la dana

La carta del jefe de Climatología de Aemet de Valencia: "No puedo permitir que cale el relato de que mi actuación fue negligente"

José Ángel Núñez, funcionario de la Agencia Estatal de Meteorología y jefe de Climatología desde 2022, pide respeto y que le dejen en "paz" para seguir haciendo su trabajo

Vista de una calle afectada en Paiporta, tras las fuertes lluvias causadas por la DANA
Vista de una calle afectada en Paiporta, tras las fuertes lluvias causadas por la DANAEFE/Manu Bruque

El jefe de Climatología de la Aemet en Valencia, José Ángel Nuñez, ha publicado una carta que se ha conocido a través de las redes sociales en la que se defiende las acusaciones que ha recibido durante los últimos casi cuatro meses a cuenta de la predicción del pasado 29 de octubre.

«He sido señalado en varias ocasiones con mi nombre, apellidos, imagen o cargo, no sólo en redes sociales, sino en sede parlamentaria y ruedas de prensa en el Palau de la Generalitat. No soy un cargo público (...) solo soy un funcionario de la Agencia Estatal de Meteorología, jefe de Climatología desde 2022».

Asegura que «siente que hizo todo lo que estuvo en sus manos ese día y estoy seguro de la Aemet también lo hizo».

Se muestra convencido de que el proceso judicial acabará aclarando los hechos, pero mientras tanto «hay otra condena, la de la condena social». En este sentido, afirma no estar dispuesto a permitir que «el mensaje vaya calando, como la lluvia fina de aquel feliz 27 de octubre, el relato de que tuve una actuación negligente el trágico 29 y quedar señalado en la calle como uno de los culpables de la tragedia. Pónganse en mi lugar y piensen si estarían dispuestos a aceptar esta situación».

Núñez asegura que es «duro para un individuo enfrentarse a la potencia de todo un gobierno autonómico. Desde el primer momento he tenido todo el respaldo de Aemet (...), pero esto no solo ha sido un señalamiento institucional, que también, sino en mi caso, personal».

El jefe de Climatología admite que está sufriendo un desgaste «tremendo», por lo que pide, que se deje trabajar a la Justicia y «que me dejen en paz para poder seguir haciendo lo que llevo haciendo desde 2002: trabajo de servicio público sobre nuestro tiempo y clima».