La Audiencia Nacional ha hecho pública hoy la sentencia en la que se absuelve a Francisco Camps de la causa que se seguía contra él y otros imputados por su presunta intermediación para que la Administración Pública valenciana adjudicara contratos a la empresa Orange Market, filial en la Comunitat Valenciana del grupo Correa. Se trata de la última de las diez causas que se abrieron contra él.

En una sentencia de 232 folios, la Sala condena a los integrantes del denominado Grupo Correa, entre ellos Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, al haberse conformado con las penas que acordaron con las acusaciones de hasta dos años y tres meses de cárcel por delitos de prevaricación administrativa, falsedad en documento mercantil y malversación de caudales públicos.

Además de a Camps, el Tribunal también absuelve a varios consellers y funcionarios de la Generalitat Valenciana por las contrataciones públicas que se extendieron durante los años 2004 a 2009, entre las que destacaban las contrataciones por el Open de Tenis y los contratos de los Grandes Eventos de la Generalitat Valencia para su exposición en la feria FITUR.

Según dice la sentencia, "no existe prueba o indicio alguno de orden, sugerencia o intromisión del señor Camps en dicha contratación, pero es más no existe testigo, escrito o comunicación alguna entre ambos en dicho periodo lo que aleja cualquier prueba o indicio con trascendencia penal".

Destaca que Camps "no tenía competencia alguna en materia de contratación para decidir la adjudicación de los contratos de las entidades expositoras". Así mismo, afirma que "tampoco aceptó las condiciones impuestas por ORANGE MARKET en la contratación que ya venía acordada, tal y como se acredita de las escuchas telefónicas entre el Sr. Cándido Herrero y el Sr. Álvaro Pérez, habiendo incluso manifestado el primero al segundo que hablara con quien tuviera que hablar".

Concluye, por tanto, "una cosa es la irregularidad de las adjudicaciones que efectuaran las instituciones adjudicadoras y otra muy diferente la participación de la Sra. Ibars y el Sr. Camps en los mismos".

Añade además que "sin perjuicio de que el Sr. Camps Ortiz era el Presidente de la Generalitat y, por tanto, del Consell, ninguna de estas circunstancias han acreditado que tuviera una dirección directa con la Sra. Ibars Sancho, o que la diera órdenes a la misma en ninguno de los hechos enjuiciados, ya que palmariamente se ha probado que la Sra. Ibars, como Directora General dependía de la Secretaría Autonómica de Comunicación y del propio Conseller de Presidencia". En dicha cadena de mando, "no se ha acreditado que el señor Camps diera orden alguna ni al conseller ni a la Subsecretaria y mucho menos a la señora Ibars".

Sostenía la Fiscalía Anticorrupción, en virtud de un contundente auto del juez instructor, José de la Mata, que Camps dio instrucciones a la entonces directora general de promoción institucional de la Comunidad Valenciana, Salvadora Ibars, para que se adjudicasen a Orange Market, el buque insignia de la «trama Gürtel» en Valencia, el montaje del expositor de la Comunidad Valenciana en Fitur por un total de 366.529 euros, algo que la propia Ibars ha negado reiteradamente. En virtud de ello, el instructor imputaba a Camps los delitos de prevaricación, fraude a la administración y tráfico de influencias. Más tarde, la Fiscalía retiró la acusación de fraude.

Sin embargo, según el Ministerio Público, a las empresas interesadas en la adjudicación de dicho contrato se les informó de que estos serían autorizados por Presidencia y que los llevaría a cabo la empresa de Álvaro Pérez. Además, Anticorrupción sostenía que esa adjudicación obedeció a un acuerdo previo por el que Correa, «El Bigotes» y Herrero consiguieron que Camps interviniera directamente para que el contrato del montaje del «stand de Grandes Proyectos» de Fitur de esa edición de 2009 fuera directamente adjudicado a Orange Market, algo que no se ha podido demostrar y que Camps siempre ha negado.

La amistad con el Bigotes

Sobre "El Bigotes", la sentencia afirma que "el hecho de que un líder político se haga una foto con alguien o incluso que en un momento dado pueda hablar por teléfono con el mismo, no implica en sí una relación de intimidad. Más allá de la opinión de terceras personas y de las escasas escuchas telefónicas entre ambos, durante Navidades, y que el propio Camps fuera a actos de celebración personales del Sr. Pérez, de ello no puede deducirse en absoluto que el Sr. Camps fuera responsable de todos los actos del señor Pérez".

Hace énfasis la sentencia en que "las manifestaciones del entorno de la empresa Orange Market y del Sr. Correa, en el sentido de que Álvaro Pérez se instaló en Valencia por su amistad con Camps deben evaluarse con mucha precaución, pues una cosa es fundamentar en una relación de amistad profesional una expectativa de negocio, y otra muy diferente, que el Sr. Camps fuera consciente de ello y que el mismo lo alentara, pues ni se acusa ni se acredita en modo alguno que el Sr. Camps tuviera connivencia ni en lo personal ni en lo económico con empresa alguna del Sr. Correa o participara en alguno de sus beneficios o alentara dichas actividades.

Una deducción diabólica

La sentencia llega a utilizar el aforismo latino de la “diabolicus deductio” para afirmar que "no se puede fundamentar una condena del Sr. Camps en la única declaración del Sr. Álvaro Pérez, pues la misma no consta corroborada por otras pruebas o indicios, por más que tuviera una relación de amistad o profesional, como también se ha dicho, que en modo alguno puede servir para deducir en una especie de “diabolicus deductio” sus responsabilidades por los hechos de un hipotético amigo.

Los magistrados no se creen a Ricardo Costa

La causa de la que hoy ha resultado también absuelto se abrió nuevamente por la confesión del exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, quien acusó a Camps en su declaración durante el juicio que se seguía contra Costa por la financiación irregular del PP.

Señalan sus señorías en la sentencia de hoy que "Costa aclaró que existía el compromiso de que todos los actos del partido los realizara Orange Market, compromiso que atribuye al Sr. Camps al afirmar que existía una relación personal de éste con Álvaro Pérez, hablando de incluso una comida en la propia sede de la Generalitat, del que fuera de sus manifestaciones no existe prueba alguna, pues como declararon numerosos testigos, de haber accedido el Sr. Pérez a la sede de la Presidencia, hubiera quedado constancia tanto en la agenda como en el registro de entrada y salida.

Pero sin perjuicio de lo anterior, no cabe deducir de una simple comida la intervención en serias irregularidades administrativas, por este simple hecho. La jurisprudencia está llena de casos de comidas.

Conclusión

La sentencia es clara y contundente al resumir que "no se aprecia en la conducta del Sr. Camps ningún requisito típico que justifique su condena:

- No se ha acreditado por prueba alguna válida en Derecho que el Sr. Camps ejerciera presión, sugestión, recomendación o insinuación alguna en la conducta de la Sra. Salvadora Ibars o en los órganos de gestión de las sociedades expositoras en el “Stand de Grandes Eventos” de la Feria de Fitur 2009.

- No existe documento, correo electrónico, grabación, interceptación de conversación o registro alguno que acredite conversación alguna al respecto con la Sra. Ibars o cualquier de los organismos y sociedades expositoras.

- Igualmente, tampoco existe prueba o indicio alguno en relación con el Sr. Álvaro Pérez o cualquiera de los acusados relacionados con el grupo de empresas del Sr. Correa, que justifique su participación en la contratación y adjudicación los eventos en que hubiera concurrido.

Por todo lo anterior, procede su libre absolución con todos los pronunciamientos favorables.

Los diez procesos en los que se ha visto inmerso y ha salido absuelto o se ha archivado

Desde aquel histórico "juicio de los trajes" por el que el presidente con mayor mayoría absoluta de la historia de la Comunitat hubo de dimitir y finalmente resultó absuelto, ha habido nueve causas más en las que se ha visto imputado o de algún modo implicado, al menos siempre en el ánimo de la acusación y la Fiscalía.

Así, Camps estuvo implicado en las dos causas que se abrieron a raíz de la visita del Papa a la ciudad de Valencia en 2006. También en las dos causas que se enjuiciaron relativas a la Campeonato de Fórmula 1 celebrado en valencia, una por los contratos para la celebración del mismo y otra por la compra de la empresa organizadora Valmor por parte de la Generalitat Valencia. Fueron archivadas. También se le quiso implicar en la causa Noos pero no llegó a estar imputado. Igual pretensión con la causa relativa al Centro de Congresos de Castellón. Se le acusó también de la financiación irregular del PP y también fue absuelto, al igual que en el juicio de Fitur. Y ahora, este ultimo de las contrataciones de Orange Market con la Generalitat Valenciana. Diez de diez. Todo un calvario judicial.

(Seguirá ampliación)