Tradiciones
Día de los Inocentes: 2.500 kilos de harina y 300 docenas de huevos caducados, la munición de los “enfarinats” para tomar Ibi (Alicante)
La fiesta, con más de 200 años de tradición, impone por un día la dictadura del “absurdo”
Harina, petardos, huevos y mucha alegría. Con estas armas los “enfarinats” han vuelto a celebrar el día de los Santos Inocentes en Ibi (Alicante). Lafiesta tiene más de 200 años de antigüedad y ha sido presenciada por un millar de vecinos y visitantes.
Unos 2.500 kilos de harina (de sobrantes de panificadoras), 300 docenas de huevos (caducados) y 2.500 carretillas de cuatro salidas (cohetes) se han usado en la batalla desarrollada en la vía pública, en la que, como manda la tradicional, “els enfarinats”, ataviados con las más estrafalarias vestimentas, se han enfrentado al colectivo de la “oposición”, que se distinguen por llevar una chistera negra adornada con estrellas de papel.
En una zona acotada para garantizar la seguridad de los asistentes ha “estallado” la contienda, donde los dos bandos rivales se han arrojado huevos podridos, verduras, harina y polvos de talco. Además se han usado botes de humo de colores y cohetes volares o “borrachos” en un escenario que se ha teñido de blanco.
En el primer año sin las restricciones de la pandemia ,’els enfarinats’ se han adueñado simbólicamente y por un solo día de esta localidad juguetera coincidiendo con la festividad de los Santos Inocentes y han recaudado fondos (“impuestos”) en los comercios, dinero que se destina al asilo de ancianos San Joaquín del municipio.
‘Els enfarinats’ ejercen un ficticio poder civil con cargos de alcalde, juez, alguacil, fiscal, secretario, concejal de Hacienda y cajero, entre otros.
Además, este “gobierno” ha impuesto “la dictadura” de lo absurdo: Durante todo el día no se puede caminar ni por la acera, ni por la calzada, ni por el tejado, ni tampoco por el sol, ni por la sombra.
A la hora de comer se ha suscrito un “acuerdo temporal de no agresión” para degustar los platos típicos de la gastronomía tradicional, habitualmente un gran perol de “llegum”, plato a base de carne de cerdo y judías blancas.
El concejal de Fiestas y Tradiciones, Luis Vicente Martí, ha dicho a EFE que, en principio, no se habían producido incidentes, salvo algunas atenciones “leves” a miembros de “els enfarinats” y de la oposición, en algunos casos por quemaduras o porque la harina les había entrado en los ojos.
Lo que sí es cierto es que ninguno de los participantes ha podido escaparse de salir manchados hasta las cejas. E, incluso, uno de ellos llevaba una bandera de Ucrania como capa, según ha observado la redactora del equipo de televisión de EFE que ha cubierto este evento.
La jornada concluye esta tarde con el baile del Virrey y la “dançà” (danza), en las que participan mujeres vestidas con lujosos trajes, hombres cubiertos con elegantes capas, y otros peculiares personajes disfrazados de las formas más variopintas y con máscaras.