Inteligencia Artificial
Inteligencia artificial, más allá de las imágenes y textos
Desde utilidades que nos ayudan con la vida diaria hasta la salud mental, los buenos usos de la inteligencia artificial tienen un enorme potencial.
La inteligencia artificial (IA) está en boca de todos. Su promesa de revolucionar el mundo es, cada vez más, una realidad, y no está exenta de críticas de muchos sectores. Por ejemplo, la generación de textos automáticos se ha convertido en un problema para los profesores, cuyos alumnos se aprovechan de estas herramientas para rehuir el trabajo, y lo mismo con varios escritores. Por otro lado, la generación de imágenes también tiene a los artistas en pie de guerra por la ‘inspiración’ que toma la IA de imágenes con derechos, y porque sus diseños, aunque con fallos horrendos, están abriéndose paso en premios y concursos populares. Incluso en los últimos meses hemos sido testigos de escándalos relacionados con ‘deepfakes’ o aplicaciones que utilizan IA para desnudar a personas en una fotografía. Con este panorama, el clima general de rechazo a la IA es una conclusión lógica.
¿Es la IA malvada?
Como sucede con todas las innovaciones científicas, la innovación no es ni buena ni mala, todo depende del uso que se le dé. Por ello, hay que ver todos los campos donde se está empleando la IA antes de posicionarse a favor o en contra. Sin embargo, puede llegar a ser muy complejo comprender los beneficios de algo que escapa a nuestra vida diaria y, en ocasiones, las cámaras de eco repiten eslóganes tan potentes que no dejan escuchar el resto de las opiniones. Ahora bien, algunos campos tan distintos como la biotecnología, el diseño, e incluso nuestra propia salud mental se pueden apoyar en las herramientas de la IA para conseguir un enorme beneficio para la sociedad.
Entrando en el primer ejemplo, la biotecnología es una de las grandes beneficiarias de la implementación de la IA para tareas repetitivas. Gracias al aprendizaje automático, se han producido sendos avances en el descubrimiento de nuevas moléculas y proteínas con potenciales usos terapéuticos. Enseñando cómo funcionan los experimentos y los resultados obtenidos, la IA ha conseguido deducir qué moléculas vale la pena probar y cuales no, ahorrado miles de horas a los investigadores y millones de euros a las empresas. Este avance también permitió en 2022 predecir las estructuras de casi todas las proteínas conocidas por el ser humano, lo que ayuda en nuestra compresión de la vida.
El papel de la IA en salud mental
En un nuevo artículo publicado en Nature Medicine, científicos de Alemania y Reino Unido han tratado de encontrar nuevos usos a la IA en la salud. Concretamente, se han centrado en los trastornos mentales que ocurren a la mayoría de la población durante su vida; depresiones, ansiedad, estrés o ataques de pánico. En la mayoría de los casos, estas afecciones disminuyen la calidad de vida, ya que afectan tanto al entorno familiar, como social y laboral, pero no se tratan por el estigma que tiene acudir a un profesional de la salud mental.
Por ello, los investigadores han desarrollado un ChatBot basado en inteligencia artificial que ayuda a la gente a explorar su salud mental y recomienda acudir a un profesional si lo necesita. Es importante destacar que la herramienta no actúa como un psicólogo, únicamente acompaña a quitar el estigma de acudir a uno tras realizar un pequeño análisis en función de las respuestas del paciente. El estudio observacional se realizó en 14 centros de terapia del sistema nacional de salud de Reino Unido y ha reunido los datos de 129400 pacientes de diferentes etnias y condiciones sociales para tratar de abarcar la mayor cantidad de escenarios posibles.
Los resultados del experimento
Según los resultados, durante los 3 meses que duró el estudio el aumento de personas que se apuntaron a los centros con la IA fue del 15%, mientras que solo fue de un 6% en los centros sin dicha herramienta. Los mayores aumentos se observaron en personas que se autodenominan no binarias, con un 179% más de los ingresos habituales; seguidos por personas de etnia asiática y afroamericana, que aumentaron un 39% y un 40% respectivamente. Además de demostrar el posible uso de la IA en este campo, los investigadores quieren destacar el enorme infradiagnóstico que existe en los trastornos mentales. Según aseguran, el infradiagnóstico es debido a varios factores, como las barreras administrativas para acudir a un centro, o al enorme estigma social que tiene acudir a un profesional de la salud mental. Por ello, este tipo de proyectos podrían ayudar dando el empujón al paciente para decidirse a iniciar un tratamiento.
QUE NO TE LA CUELEN:
- El verdadero potencial de la IA es el de encontrar, con una gran velocidad, patrones que a los humanos se nos pueden escapar y deducir (de una forma aproximada) posibles resultados. Es por esto por lo que, empleando los datos adecuados con una población representativa, la IA puede ser una herramienta fantástica para mejorar la accesibilidad de los servicios de apoyo a la salud mental.
Referencias (MLA):
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