Cambio Climático
¿Cuánto de la DANA fue por el cambio climático? Inventan un programa que puede calcularlo
Un nuevo programa informático es capaz de calcular en qué medida ha contribuido el cambio climático a un evento meteorológico concreto y lo han usado para analizar la tormenta Boris
España acaba de vivir uno de los mayores desastres naturales de su historia y es momento de ayudar, de centrarse en lo humano y de apoyar a las víctimas de esta tragedia. En la comunicación, en cambio, el aguacero no ha parado y la desinformación ya nos llega al cuello. Falsedades entre las que podemos encontrar una especialmente dañina en el medio plazo: “que esto fue una gota fría más, que nada tiene que ver con el cambio climático y que ‘DANA’ es un término político”. Y, por supuesto que la Comunidad Valenciana ha sido históricamente conocida por sus gotas frías y sus inundaciones, pero algo está cambiando y, por si cabía alguna duda, un grupo de investigadores ha diseñado un programa informático capaz de determinar cuánto de un evento meteorológico se debe al cambio climático y cuánto es “lo normal”.
Estos mismos expertos del Instituto Alfred Wegener han publicado en la revista de Nature, Communications Earth & Environment, un artículo donde aprovechan esta tecnología para analizar, en qué medida se debió al cambio climático la tormenta Boris que dejó más de una veintena de muertos a su paso por Europa Central. Porque, antes del cambio climático ya había eventos meteorológicos extremos y los seguirá habiendo en el futuro. Serán más y más graves, pero algunos serán los mismos que ya había en el pasado. ¿Cómo distinguirlos entonces? La clave está en las simulaciones.
La humedad en el aire
Antes de nada, conviene aclarar un par de cuestiones. Porque está claro que el cambio climático implica un aumento medio de las temperaturas. De hecho, el Mediterráneo ya está siendo uno de los lugares más castigados, quedando por encima de esos 1,2ºC que han subido de media en el último siglo. Para hacernos una idea, algunos puntos de nuestra costa han subido hasta 3ºC en ese mismo tiempo. Pero… ¿qué tiene que ver esto con las DANAs? La intuición nos puede hacer pensar que cuando hace calor el agua se evapora y, por lo tanto, llueve menos, pero no es tan sencillo. Resulta que el aire caliente es capaz de retener mucha más humedad, como habremos sufrido en cualquier viaje al trópico. Concretamente, puede cargar un 7% más de agua con cada grado que sube la temperatura.
La DANA es, efectivamente, lo que durante mucho tiempo llamamos “gota fría”, antes de que empezáramos a usar el término para referirnos a cualquier tipo de precipitación extrema en el Levante español. Sin embargo, ahora que por fin sabemos cómo se originan y para recuperar la concreción que ha perdido, se prefieren las siglas de Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA). Resumidamente, hablamos de una zona de bajas presiones en la atmósfera que, en lugar de fluir como las corrientes que la rodean, empieza a moverse de forma errática permaneciendo más de lo normal sobre una misma región. Cuando estas depresiones se sitúan sobre una región montañosa cercana a la costa puede ocurrir como sucede en el caso de la Comunidad Valenciana: que una corriente de aire cálido cargado de humedad llega desde el mar hasta las montañas, asciende colina arriba y choca con el aire frío de la depresión, se condensa y precipita como lluvias que, en lugar de continuar mar adentro, se quedan sobre las montañas sosteniendo las lluvias en el tiempo.
Un porcentaje de la culpa
Por eso la gota fría era especialmente frecuente en agosto y septiembre, cuando el mar Mediterráneo estaba especialmente caliente y las corrientes de aire que viajaban tierra adentro estaban más cargadas de humedad. Porque no, finales de octubre no es una época típica para las antiguas gotas frías y, visto así, la conexión con el cambio climático es más evidente. Teniendo en cuenta que conocemos cuánto se han alejado los datos meteorológicos de lo que cabría esperar basándose en las mediciones de hace décadas, podemos utilizar esa información para hacer predicciones de cómo sería el tiempo si el cambio climático no estuviera influyendo, compararlas con la realidad y saber qué porcentaje se debe al cambio climático.
“Por eso en el AWI hemos trabajado tan duro para desarrollar un enfoque totalmente nuevo: el enfoque de 'storyline'”, explica el Dr. Antonio Sánchez-Benítez, también físico en la Sección de Dinámica Climática y coautor del estudio. “Esencialmente, aplicamos el principio de ‘¿qué pasaría si?’. ¿Cómo sería una catástrofe dada en un mundo sin cambio climático? ¿Y qué pasaría en un clima aún más cálido? Al comparar los escenarios hipotéticos con la realidad, podemos identificar claramente las huellas del cambio climático, y no solo en eventos meteorológicos extremos, sino también en el clima diario”.
Usando la tormenta Boris como ejemplo, han logrado demostrar que sin el cambio climático habría llovido un 9% menos. Y puede parecer poco, pero pensemos que no es un 9% más de lo que vimos sobre las calles, es un 9% más de lo que cayó, buena parte de lo cual estaba en el alcantarillado. Imaginemos ahora todo ese 9% del total, ahora sí, fuera de las alcantarillas. Esa es la verdadera diferencia y, aunque todavía no han aplicado estas herramientas al caso de Valencia, algunas instituciones ya han corroborado que la DANA ha sido especialmente grave por el cambio climático, entre ellas, la Climate Central, la World Weather Atribution y Climameter.
QUE NO TE LA CUELEN:
- El programa informático diseñado por estos investigadores es público y se llama "Climate Storylines".. Funciona con el modelo climático del Instituto Alfred Wegener, concretamente el modelo CMIP6 con datos de viento del reanálisis ERA5 del ECMWF
REFERENCIAS (MLA):
- Athanase, Marylou, et al. “How Climate Change Intensified Storm Boris’ Extreme Rainfall, Revealed by Near-Real-Time Storylines.” Communications Earth & Environment, vol. 5, no. 1847, Nature, 8 Nov. 2024, doi:10.1038/s43247-024-01847-0.
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