Astronáutica

SpaceX vuelve a hacer historia de la astronáutica con el despegue de su Falcon 9

En el último lanzamiento, SpaceX ha llevado a cuatro astronautas a la Estación Espacial Internacional en un cohete con partes reutilizadas por primera vez en la historia.

A SpaceX Falcon 9 rocket with the Crew Dragon space capsule lifts off from pad 39A at the Kennedy Space Center on Friday, April, 23, 2021 in Cape Canaveral, Fla. (AP Photo/Brynn Anderson)
A SpaceX Falcon 9 rocket with the Crew Dragon space capsule lifts off from pad 39A at the Kennedy Space Center on Friday, April, 23, 2021 in Cape Canaveral, Fla. (AP Photo/Brynn Anderson)Brynn AndersonAgencia AP

Ciento doce lanzamientos. Ese es el número de veces que SpaceX ha hecho despegar sus Falcon 9, por lo que empieza a resultarnos casi anodino que una empresa privada, como ellos, consiga sacar de nuestro planeta varios cientos de toneladas. No obstante, esta vez, su gesta merece nuestra atención por derecho propio. No se trata de un cohete más, sino de un compendio de características nunca vistas en la historia de la astronáutica.

Esta ha sido el tercer vuelo tripulado de SpaceX, y ha sido la primera vez en que entre los pasajeros había un europeo, el primer vuelo de SpaceX donde la mitad de la tripulación no era de la NASA. Pero, sobre todo, ha sido la primera vez en la historia en que mandamos humanos al espacio en un cohete con partes reutilizadas. Esta era la verdadera apuesta a corto plazo de la empresa de Elon Musk, cohetes reutilizables ya fuera para vuelos tripulados o no, y desde hoy no es solo una teorización plausible, sino que se ha convertido en un hecho.

El despegue

Eran las 11:49 de la mañana en España, pero al otro lado del Atlántico, en el Centro Espacial John F. Kennedy de la NASA, en Florida, aún quedaban unos minutos para que los relojes marcaran las 6 de la mañana. El cielo vestía de negro el Flanco 9, con sus 70 metros de altura, erguido en la oscura madrugada. En apenas unos minutos, parte de los motores Merlin del cohete se encenderían para, acto seguido y entre una llamarada de kerolox, empezar su huida de la Tierra.

Última hora La Razón
Última hora La RazónLa RazónLa Razón

A bordo iban cuatro personas. Shane Kimbrough y Megan McArthur como astronautas de la NASA, Thomas Pesquet por parte de la Agencia Espacial Europea y Akihiko Hoshide, de la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa. Ellos conocían perfectamente la complejidad de todos los procesos que estaban ocurriendo a pocos metros de ellos, en la parte baja del Falcon. Sacar un objeto de la órbita terrestre no es baladí, hace falta superar la llamada velocidad de escape y para eso requerimos de una grandísima cantidad de energía. Pero claro, a más combustible más peso y a más peso más combustible hace falta para sacar algo de órbita.

Un problema de peso

La solución es doble y muy elegante. Por un lado, hacen falta combustibles tan energéticos como sea posible para que, a menor peso, nos proporcionen la misma energía. Esto, ahora mismo, se consigue con combustibles químicos, como el kerolox que ha usado el Falcon 9, sin embargo, incluso así, hoy el cohete ha necesitado cerca de 500.000 kilos de combustible. Es entonces cuando entra la segunda parte de la solución: desprendernos del lastre.

The flame from the booster on the SpaceX Falcon 9, with the Crew Dragon capsule, illuminates a cloud during lift off from Launch Complex 39A Friday, April 23, 2021, at the Kennedy Space Center in Cape Canaveral, Fla. Four astronauts will fly on the SpaceX Crew-2 mission to the International Space Station. (AP Photo/Chris O'Meara)
The flame from the booster on the SpaceX Falcon 9, with the Crew Dragon capsule, illuminates a cloud during lift off from Launch Complex 39A Friday, April 23, 2021, at the Kennedy Space Center in Cape Canaveral, Fla. Four astronauts will fly on the SpaceX Crew-2 mission to the International Space Station. (AP Photo/Chris O'Meara)Chris O'MearaAgencia AP

En el diseño de un cohete no solo trata de reducir al mínimo todo lo que no sea necesario para así hacerlo tan ligero como sea posible, sino que estos suelen estructurarse en distintas etapas. Podríamos decir que son como varios cohetes pegados uno sobre el otro. Una vez el inferior ha consumido todo su combustible, la etapa, que ahora está vacía, se desprende, aligerando al cohete de todo ese peso muerto. El Falcon 9 tiene dos etapas y una cápsula que es donde viajan los tripulantes, en la cima del cohete.

Esto significa que el desprendimiento de las etapas ha de estar tremendamente sincronizado. Por suerte, todo ha ido exactamente como se esperaba.

Una vez sola, la cápsula deberá de encender repetidamente sus motores para así acoplarse correctamente a la órbita en la que se desplaza la Estación Espacial Internacional a nuestro alrededor, unos 27.000 kilómetros por hora.

Usar y reusar

Mientras tanto, las etapas del cohete caen grácilmente hasta tierra, aterrizando indemnes y aptas para ser reutilizadas. De hecho, la primera etapa y la cápsula Endeavor de este último lanzamiento provenían respectivamente, de la segunda y primera misión tripulada de SpaceX. De hecho, se calcula que la primera etapa de los Falcon 9 supone un 60% de su precio, por lo que poder recuperarlas implica un increíble abaratamiento de la exploración espacial.

Última hora La Razón
Última hora La RazónLa RazónLa Razón

Ya acoplados, los astronautas compartirán una serie de días con la anterior tripulación de la Estación Espacial Internacional para, en apenas una semana, hacer efectivo el relevo. La Crew-1, que así se llamaba el equipo que SpaceX llevó a la estación hace poco más de cinco meses será sustituida por la que viajaba en este último Falcon 9, la Crew-2. A estos cuatro astronautas les esperan por delante seis meses de duro trabajo e investigaciones científicas en condiciones de microgravedad. Investigaciones que solo pueden ser realizadas en la Estación Espacial Internacional y que nos afectan a todos, pues cubren desde tecnología hasta salud.

Así que sí, 112 lanzamientos de entre los cuales este destaca con luz propia. Vivimos un momento de revolución tecnológica y casi cada mes hay una o dos noticias que hacen historia en la exploración espacial. Sin embargo, eso no hace que pierdan valor, ni por un momento. Lejos de devaluarse los hitos por su pluralidad, lo que hacen es vestir a nuestro tiempo como uno de los más apasionantes que ha vivido nuestra especie.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Los trajes de los tripulantes del Falcon 9 no están preparados para salir al espacio, por eso tienen un aspecto tan distinto al que estamos acostumbrados. Sin embargo, están presurizados para evitar posibles complicaciones en un supuesto accidente.
  • A pesar de que las promesas empresariales de Elon Musk parecen muy difíciles de cumplir, no hemos de olvidar que SpaceX está muy a la cabeza en lo que a exploración espacial privada se refiere. Boeing, que opera en un honroso segundo puesto, todavía está a aproximadamente dos años de conseguir un hito comparable.
  • Aunque en los Falcon 9 hay muchas partes reutilizables no lo es al completo. Si bien ahora se opera con cohetes parcialmente reutilizables, la idea de los Starship que están por llegar es hacerlos completamente reutilizables.

REFERENCIA (MLA):