ERC

Los retos de ERC en 2025: unidad, PSC e independencia

Junqueras encara el año con la misión de agrupar distintas sensibilidades, “hacerse respetar” ante los socialistas y volver a situar la independencia en el centro de su acción política

El expresidente de ERC y candidato a la reelección, Oriol Junqueras, en el acto central de 'Militància Decidim' en la TecnoCampus de Mataró (Barcelona) EUROPA PRESS 23/11/2024
El expresidente de ERC y candidato a la reelección, Oriol Junqueras, en el acto central de 'Militància Decidim' en la TecnoCampus de Mataró (Barcelona)EUROPA PRESSEuropa Press

El 14 de diciembre, con el final del congreso de ERC en el que se decidió ejecutiva, el partido iniciaba una nueva etapa. Oriol Junqueras, después de más de diez años al frente de la formación, estaba más en duda que nunca por parte de sus propios compañeros. Enfrentamientos con Marta Rovira, y líderes del partido como Pere Aragonès y Josep Maria Jové i Lladó posicionándose con su rival, Xavier Godàs, auguraban que el exvicepresidente de Cataluña estaba perdiendo todos los apoyos.

El escándalo de la Estructura B y las malas praxis aparejadas, la pérdida de rumbo ideológica y estratégica del partido, las divisiones internas y los malos resultados electorales tenían a Esquerra sumida en una profunda crisis. Con todo esto, Junqueras asumió el reto de volver a levantar al partido agrupando a gente de todas las sensibilidades y volviendo a convertir a la formación en la bandera de la izquierda independentista, haciéndose “respetar” y elevándole las exigencias al socialismo, con quien se tienen pactos en Madrid, en el Parlament y en el Ayuntamiento de Barcelona. El 2025 que tiene por delante está, pues, lleno de retos, y en gran parte estos primeros meses marcarán el futuro del partido.

“Recoser”

Si una palabra sonó durante la campaña por parte de Junqueras fue “recoser”. Las múltiples divisiones internas y las acusaciones al actual presidente de ser “demasiado personalista” e incluso “autócrata” y de la necesidad de “nuevas caras” hacían ver que había mucha desconfianza entre facciones. Junqueras, pues, se propuso “recoser el partido” mediante la reconciliación y el reconocimiento de “todas las sensibilidades”.

En este sentido, los primeros cambios sensibles se hicieron antes de Navidad. El presidente situó a Ester Capella, de su cuerda, como portavoz parlamentaria en sustitución de Marta Vilalta, partidaria de Godàs, y le ofreció a Jové i Lladó, también partidario de Nova Esquerra, continuar como presidente del grupo parlamentario, quién aceptó la propuesta. De ese modo, el tándem de número uno de la lista y portavoz del grupo lo formarán dos personas de dos candidaturas distintas. Del mismo modo, recientemente se hizo oficial que la nueva dirección mantendrá a Teresa Jordà como portavoz adjunta en el Congreso y a Sara Bailac con el mismo cargo en el Senado, ambas partidarias de Nova Esquerra.

Sin embargo, a Junqueras le queda mucho camino por recorrer. La semana pasada se conoció que Nova Esquerra Nacional rechazaba formar parte de las comisiones redactoras de las ponencias políticas y organizativas de la segunda fase del congreso de ERC, que se celebrará el 15 y 16 de marzo.

Godàs alegaba en un comunicado que no le parece bien que Junqueras les haya ofrecido incorporar “a una sola persona” en cada una de estas comisiones redactoras, “propuesta que se aleja de la voluntad real de tener en cuenta los posicionamientos” de la candidatura de Nova Esquerra. Del mismo modo, Godàs insistió en que hay que construir una estrategia de partido "sin poner por el medio ningún particularismo personal", en referencia a Junqueras.

Días después, la tercera y más pequeña candidatura, Foc Nou, también rechazaba ocupar cargos orgánicos en el partido y formar parte también de las comisiones redactoras de las ponencias políticas de marzo.

“Hacerse respetar”

La otra gran tarea de Junqueras fue, como proclamó su secretaria general, Elisenda Alamany, “hacerse respetar” con los socialistas. Con los presupuestos autonómicos actualmente prorrogados, ERC está exigiendo que, si no hay avances significativos en el acuerdo de financiación singular que la Generalitat tiene que negociar con Pedro Sánchez, “no habrá negociación de los presupuestos”.

En este sentido, los republicanos son claros: van a presionar al Govern para que cumpla todos los pactos de investidura. “No tiene sentido llegar a nuevos pactos, si los acuerdos ya pactados (los de investidura) no se cumplen”, decía la semana pasada Alamany.

Agrupar a la izquierda independentista

Del mismo modo, ante las últimas debacles electorales del partido, durante el congreso las distintas candidaturas llegaron a la misma conclusión: para volver a recuperar terreno, ERC debía centrarse en su esencia, que es ser un partido independentista y de izquierdas. “Basta ya de intentar gustar a todo el mundo”, repetía Godàs, quién en un comunicado recordó que las causas finalistas de ERC son “la independencia nacional y la emancipación social".

De hecho, Nova Esquerra insiste en convocar una conferencia catalana de las izquierdas independentistas y soberanistas para compartir "una estrategia general como bloque nacional y de progreso para el conjunto de los Països Catalans". En este sentido, durante la campaña Junqueras también propuso incorporar una “ponencia específica sobre la independencia” en el congreso de marzo.