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Este es el pueblo medieval de Tarragona que fue fundamental para el comercio marítimo durante la Edad Media

Se disputaron varias guerras que perjudicaron gravemente su situación económica

Imagen de archivo sobre Altafulla
Imagen de archivo sobre AltafullaWikimedia Commons

España está llena de pueblos dignos de echarles un vistazo por lo menos una vez en la vida; y cuando se habla de ello sí o sí hay que hacer mención a Cataluña, una de las Comunidades Autónomas en las que la cultura, la historia y la tradición están más presentes. A día de hoy, varios destinos de este pedazo de España aún conservan, de la mejor manera posible, el paso de la Edad Media en nuestro país.

Este es el pueblo más medieval de toda Cataluña

Un claro ejemplo de ello es Altafulla, un municipio correspondiente a la comarca del Tarragonés, la cual, como su propio nombre indica, está albergado en la provincia de Tarragona. Con una población total de 5.809 habitantes, según datos del Idescat de 2024, está situado en la Costa Dorada, justo entre el mar Mediterráneo y el río Gaià.

¿Cuál es el origen y la historia de Altafulla?

Imagen de Altafulla, el pueblo medieval de Tarragona
Imagen de Altafulla, el pueblo medieval de TarragonaFlickr

Su origen se remonta a la época medieval debido a la presencia de Ramón Berenguer I, quien fundó este pueblo gracias a las campañas en la Cataluña Nueva. Pese a que no se conoce con exactitud en qué fecha pudo nacer Altafulla, las evidencias más próximas que datan de su aparición es la fecha en la que se construyó su castillo, la cual tuvo lugar en 1059.

Estuvo en manos de los condes hasta el siglo XIV y, posteriormente, pasó a estar dominado por la familia Requesens. En 1472 fue vendida a Pere de Castellet y después al primer marqués de Tamarit, Francesc de Montserrat i Vives, quien adquirió los derechos de toda la población. Sus herederos fueron los últimos poseedores del pueblo, el cual se ha podido observar cómo ha estado en posesión de diversos personajes históricos de la época.

Las guerras también han formado parte de la historia de uno de los pueblos más medievales de toda Cataluña. Durante el siglo XVIII, momento en el que la economía de este lugar era la mejor de todas debido a la comercialización de productos agrícolas a través del transporte marítimo, hubo una serie de conflictos bélicos que pusieron en riesgo la riqueza del pueblo. Esto se debe a que los centros de las batallas fueron aquellos en los que realizaban esos mercados marítimos, ya que la proximidad al Mediterráneo favorecía a la llegada de los ingleses a tierras catalanas y que se desencadenara un enfrentamiento en estos puntos estratégicos.

¿Qué ver en Altafulla?

Altafulla no solo tiene las huellas de lo que una vez ocurrió en Cataluña por las diversas guerras que se disputaron en este escenario. El casco histórico, las playas, sus espacios naturales o el patrimonio cultural la convierten en un destino idílico para el próximo viaje en familia. Además, al ser un lugar que está alejado de la masificación del público, los turistas lo podrán conocer en un ambiente calmado y lleno de paz.

Lo primero que se deberá visitar es su casco antiguo, denominado Vila Closa, un núcleo lleno de la marca medieval de Cataluña. Está repleto de murallas y sus calles empedradas harán que los viajeros retrocedan en el tiempo y vivan una experiencia única al alcance de pocos. Además, las fachadas y las viviendas antiguas harán de esta una atmósfera llena de música profana.

A continuación, se va a presentar un listado con los demás destinos que son primordiales de conocer en Altafulla:

  • El Museo de Altafulla: una exposición sobre cómo es la vida rural y la economía del pueblo, en el que se podrán ver más de 1.000 obras que muestran la historia de este pueblo.
  • Ermita de San Antonio de Padua: perfecto para hacer rutas de senderismo y conocer en profundidad los rasgos del siglo XVIII enCataluñay sus alrededores llenos de naturaleza.
  • Playa de Altafulla: de arena dorada, llena de paz y perfecta para disfrutar del sol.