El rastro de la COVID-19
La pandemia empeoró especialmente la salud de las mujeres con mayores niveles educativos
Un estudio pone de manifiesto que la COVID-19 contribuyó a reducir las desigualdades en salud entre grupos con niveles educativos más altos y aquellos con niveles inferiores
En mayor o menor medida, la pandemia empeoró la salud de toda la población, especialmente en lo relativo a la ansiedad, la depresión, el dolor y el malestar, pero es en el colectivo de las mujeres con un mayor nivel educativo en el que más impacto tuvo, lo que, tras el confinamiento domiciliario, se ha traducido en una reducción de las diferencias en salud respecto a la población con un nivel educativo inferior.
Ésta es la conclusión principal de un estudio liderado por el Grupo de Investigación de los Servicios Sanitario del Hospital del Mar Research Institute, dentro del proyecto MINDCOVID, en el que han participado 2 mil personas, a las que se entrevistó en dos momentos de la pandemia, el primero de ellos justo al término del confinamiento y el segundo, nueve meses después, con el fin de evaluar diferentes aspectos a partir de los cuales poder analizar la evolución d
en e su calidad de vida, el dolor o incomodidad, la afectación en las actividades de la vida diaria, la depresión y ansiedad, la capacidad de movilidad y el autocuidado.
Y los resultados ha sorprendido hasta a los propios investigadores. "Nuestra hipótesis inicial era que con la pandemia se podrían haber incrementado las desigualdades en salud ya existentes en relación con los diferentes niveles educativos", comenta Isabel Moreira, primera firmante del trabajo, quien señala que "la sorpresa ha sido que, no solo no se han incrementado, sino que se han mantenido o reducido".
Las mujeres, las más perjudicadas
Al respecto, si bien el estudio pone de manifiesto una evolución negativa de los problemas de salud en la población general, éste hace referencia a unas peores cifras de las mujeres respecto a los hombres y de las personas con niveles educativos más altos en relación a aquellas con niveles inferiores, en las que el confinamiento domiciliario probablemente tuvo un mayor impacto, pero que tras el confinamiento vieron como las diferencias con las personas con altos niveles educativos disminuían o se estabilizaban en todos lo ámbitos. En este sentido, cabe señalar que en el caso concreto de las mujeres, esa reducción de las diferencias en salud fue especialmente significativa.
En concreto, en lo referente al dolor o incomodidad y la ansiedad y/o la depresión, las diferencias entre las mujeres con niveles educativos más altos y aquellas con niveles más bajos se redujeron un 7%, mientras que en el caso de los hombres esa disminución fue del 6% y el 3%. La explicación a esta evolución, según los investigadores, podría estar relacionada con las características laborales de cada grupo. Tal y como indica Montse Ferrer, investigadora del Hospital del Mar Research Institute, "el teletrabajo es un factor determinante", puesto que durante esa fase de la pandemia las mujeres con un nivel educativo más alto tuvieron que compatibilizar el cuidado de la casa y los niños con el trabajo desde el domicilio, algo que no afectó igual a los hombres.
Además, pese a que fueron las mujeres quienes, ante la COVID, manifestaron más problemas de salud, expresaron tener peores condiciones socioeconómicas y experimentaron una mayor sensación de desprotección en el trabajo, lo cual probablemente favoreció un aumento de las desigualdades durante el confinamiento estricto, "algunas políticas gubernamentales posteriores destinadas a mitigar el impacto económico de la pandemia, tuvieron más impacto sobre todo en los niveles educativos más bajos y eso permitió mantener estables o reducir las diferencias en con los grupos de nivel educativo más alto".
Más allá de estas conclusiones, el trabajo es un ejemplo de los importante que es estudiar los cambios en la salud mental en relación con la pandemia y al respecto el doctor Jordi Alonso, coordinador del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios del Hospital del Mar Reseaarch Institute, señala que "el estudio MINDCOVID es potencialmente muy útil para monitorizar las diferencias sociales en la salud mental"
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