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Inundaciones en las Terres de l’Ebre: la amenaza permanente para cuatro municipios del sur de Cataluña

Esta región se enfrenta a un riesgo constante debido a su proximidad al delta y a su geografía de humedales y zonas bajas

Flamencos en el Delta del Ebro.
Flamencos en el Delta del EbroGerold Grotelueschendreamstime

Las Terres de l’Ebre, una de las regiones más vulnerables de Cataluña a las inundaciones, enfrenta un riesgo constante debido a su proximidad al delta del Ebro y a su geografía de humedales y zonas bajas. Este territorio, que abarca comarcas como el Baix Ebre y el Montsià, está expuesto a crecidas del río Ebro, lluvias torrenciales y temporales que generan importantes inundaciones, especialmente en áreas cercanas a la desembocadura del río. Estos fenómenos, que amenazan tanto a los municipios como a los ecosistemas locales, se ven exacerbados por el cambio climático y la subida del nivel del mar.

Entre los municipios en riesgo destacan:

  • Tortosa: como núcleo urbano más poblado de las Terres de l’Ebre, es vulnerable a los desbordamientos del Ebro, que afectan tanto su centro urbano como sus zonas agrícolas. La crecida de 1937, en plena Guerra Civil, es uno de los eventos más recordados, ya que devastó campos y cultivos, obligando a la evacuación de familias de la zona.
  • Amposta: situada en pleno delta, esta localidad sufre periódicamente inundaciones, especialmente cuando las lluvias intensas aumentan el caudal del Ebro y los temporales marítimos elevan el nivel del agua. En 2000, un fuerte episodio de lluvias generó grandes inundaciones que afectaron a su economía agrícola, especialmente en los arrozales.
  • Deltebre: en la misma desembocadura, Deltebre ha sido especialmente afectado por el cambio climático, que ha incrementado la frecuencia y magnitud de las inundaciones. Las tormentas de los últimos años, como el temporal Gloria en 2020, han agravado la situación en esta área baja, dañando campos y afectando seriamente al sector pesquero y agrícola.
  • Sant Jaume d’Enveja: esta localidad del delta es altamente vulnerable a los temporales de Levante, que provocan un aumento del nivel del agua en el Mediterráneo y, en ocasiones, dificultan el flujo de salida del Ebro. En 1961, una fuerte inundación causó pérdidas significativas en la agricultura, marcando un hito en la gestión de inundaciones en la región.

Según un informe de la Generalitat de Cataluña, el riesgo de inundación en el delta se está incrementando debido al cambio climático y a la erosión del terreno. La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha señalado que las intensas precipitaciones y la subida del nivel del mar representan una amenaza para los cultivos de arroz y la biodiversidad del delta, que incluye especies protegidas y hábitats vulnerables. La ACA y el Departament de Territori i Sostenibilitat han implementado un plan de gestión del delta del Ebro, que incluye medidas como la restauración de humedales naturales y la construcción de barreras de protección en zonas agrícolas y residenciales de riesgo (Generalitat de Catalunya, Informe de Gestión del Delta del Ebro, 2023).

Además, el Plan de Protección Civil de Cataluña, INUNCAT, se actualiza constantemente para proporcionar alertas tempranas y coordinar evacuaciones en caso de emergencia. Según el último reporte del INUNCAT, las inversiones en sistemas de alerta temprana y el refuerzo de infraestructuras fluviales son clave para minimizar el impacto de las inundaciones, especialmente en las zonas más expuestas del delta.

Las Terres de l’Ebre, con un ecosistema único y una economía basada en la agricultura y la pesca, enfrentan un reto importante en la adaptación a los efectos del cambio climático. Las medidas adoptadas buscan no solo proteger a la población y los medios de vida locales, sino también preservar uno de los entornos naturales más emblemáticos de Cataluña.