Barcelona y la posibilidad cada vez más real de perder sus playas

Barcelona ha iniciado un plan estratégico para reforzar sus playas con arena de alta calidad obtenida de obras urbanas en la ciudad. En total, se aportarán 48.000 m³ de arena a tres de sus playas más afectadas por la erosión: Sant Sebastià, Llevant y la Mar Bella. Este proyecto busca mitigar los efectos de los temporales y preservar el litoral, considerado por el alcalde Jaume Collboni como “un parque público” que cada año es visitado por cinco millones de personas.

La playa de Sant Sebastià, que perdió gran parte de su arena tras un fuerte temporal en noviembre pasado, recibirá la mayor aportación: 40.000 m³ de arena procedentes de las excavaciones para el futuro aparcamiento B:SM del Mercat del Peix, un proyecto enmarcado dentro de la Ciutadella del Coneixement. Por su parte, la playa de Llevant y la duna de la Mar Bella se reforzarán con 8.000 m³ adicionales, extraídos durante las obras de construcción de la nueva central de frío de Districlima, ubicada cerca de la playa del Bogatell.

El alcalde Jaume Collboni destacó la calidad y sostenibilidad de la arena utilizada en estas actuaciones. “Es arena de kilómetro cero”, afirmó, señalando que no es necesario adquirirla ni transportarla desde largas distancias, lo que reduce significativamente los costos y las emisiones asociadas. Además, subrayó que esta arena proviene del litoral antiguo, que históricamente llegaba hasta la zona donde hoy se realizan las obras en la Ciutadella.

Collboni también reconoció que estas actuaciones no son suficientes para solucionar todos los problemas de erosión del litoral barcelonés y adelantó que “en los próximos meses” se concretará una aportación adicional del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. “Tenemos la obligación de mantener las playas en perfecto estado”, concluyó.

Un problema recurrente

Las playas de Barcelona pierden anualmente unos 30.000 m³ de arena debido a los temporales marítimos. Según técnicos municipales, algunas zonas del litoral carecen de suficiente arena para garantizar su función de protección, no solo del entorno natural, sino también de infraestructuras clave como paseos marítimos, canalizaciones, duchas y mobiliario urbano.

En paralelo, las aportaciones de arena se han convertido en un tema prioritario para el Ayuntamiento, que busca soluciones sostenibles a largo plazo. Las últimas actuaciones datan de junio del año pasado, tras los daños causados por el temporal Nelson, cuando se repusieron miles de metros cúbicos de arena en las playas de Sant Sebastià, Nova Icària y Barceloneta. En aquella ocasión, la arena se obtuvo mediante un dragado en la bocana del Port Olímpic, devolviendo entre un 15 % y un 30 % del volumen perdido.

Conservación y futuro del litoral

El Ayuntamiento subraya la importancia de proteger las playas no solo como espacio de ocio, sino también como una barrera natural frente a los impactos del cambio climático. Los planes actuales incluyen reforzar la colaboración con el gobierno central para garantizar que las aportaciones de arena sean más frecuentes y efectivas, al tiempo que se priorizan técnicas más respetuosas con el medioambiente.

Barcelona, como referente en innovación urbana, pretende aprovechar al máximo los recursos locales en las obras públicas para enfrentar este desafío y asegurar que sus playas sigan siendo un símbolo de la ciudad y un atractivo turístico de primer nivel.