Energía
Barcelona, Veolia y Enagás inauguran la primera red de recuperación de frío de gas natural licuado
El compromiso con la eficiencia energética transforma el Puerto de Barcelona en un referente europeo.
Barcelona se sitúa a la vanguardia de la sostenibilidad energética con la inauguración de una solución pionera de recuperación de frío residual en la terminal de gas natural licuado (GNL) de Enagás en el Puerto de Barcelona, el décimo más grande de Europa. Este proyecto, desarrollado por el Ayuntamiento de Barcelona a través de Tersa y BSM, junto con Veolia y Enagás, ya está operativo y genera 131 GWh al año de energía sostenible, baja en carbono y competitiva.
La innovación tecnológica, que evitará la emisión de más de 32.000 toneladas de CO2 anuales, se convierte en un ejemplo de compromiso con la descarbonización y la eficiencia energética. Según explicó Arturo Gonzalo, consejero delegado de Enagás, este avance representa "un proyecto emblemático para la ciudad, que permitirá a las industrias y consumidores acceder a frío sostenible y competitivo, al tiempo que impulsa una economía neutra en carbono".
En el proceso tradicional de regasificación, el GNL llega en estado líquido a -160 °C y utiliza agua de mar para transformarse en gas. Con esta nueva tecnología, el frío residual, que se recupera a -20 °C, se inyecta en la red de refrigeración urbana más grande del sur de Europa. Esta red abastece infraestructuras clave como la Fira de Barcelona, oficinas, centros industriales, hoteles y viviendas en el sur de Barcelona y parte de L'Hospitalet de Llobregat.
Además, Veolia ha firmado un acuerdo de intenciones con Mercabarna, uno de los mercados mayoristas más importantes de Europa, para aprovechar esta energía en sus instalaciones. Estelle Brachlianoff, consejera delegada de Veolia, destacó que este sistema "abre un enorme potencial para la recuperación de energía local y refuerza la competitividad y sostenibilidad de los territorios".
Este proyecto, fruto de la colaboración iniciada en 2009 entre actores públicos y privados, pone de relieve cómo las sinergias locales pueden transformar una ciudad. "Estamos poniendo la innovación al servicio de ciudades más sostenibles y resilientes", afirmó Laia Bonet, primera teniente de alcalde de Barcelona.
La iniciativa demuestra que el futuro energético pasa por la innovación y la colaboración, elementos clave para hacer frente a los retos globales del cambio climático y la soberanía energética.
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