Cambio climático
El aumento de las temperaturas se asocia a un incremento de los suicidios
Un trabajo liderado por investigadores del Clínic-IDIBAPS ha puesto de manifiesto que la exposición a diversos contaminantes se relaciona con una mayor incidencia de demencia y deterioro cognitivo
Se sabe desde hace algún tiempo que el cambio climático y la contaminación atmosférica, responsable del mismo, se relacionan con un aumento de enfermedades físicas, como las respiratorias, las cardiovasculares o neoplasias, sin embargo, hasta el momento, pese a que existía mucha preocupación acerca de la asociación de ambos factores con la salud mental, la evidencia publicada al respecto no aportaba datos robustos.
En este contexto, un equipo de investigadores del Clínic Barcelona-IDIBAPS se propuso arrojar más luz al respecto mediante el reanálisis de todos los metaanálisis publicados a nivel mundial sobre los efectos del cambio cambio climático y la contaminación atmosférica sobre la salud mental. Y los resultados más robustos indican que los aumentos de temperatura se asocian con un aumento de los suicidios y de las hospitalizaciones y la mortalidad por trastorno mental.
Al respecto, Joaquim Raduà, jefe del grupo en Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad (IMARD) del IDIBAPS y primer autor de la revisión, comentó durante la presentación de los resultados de esta investigación que “gracias a este trabajo se ha visto que el riesgo de suicidio aumentaba un 2,4% por cada grado que aumentaba la temperatura”. “A partir de aquí, estimamos que con el calentamiento global, el número de suicidios debe haber aumentado un 5% y, si seguimos igual, para el 2050 este porcentaje alcanzará el 7%”
Raduà señalaba además que “pese a que puede parecer que estos incrementos no son muy grandes, si tenemos en cuenta que casi toda la población del mundo está expuesta a este calentamiento global, estamos hablando de miles o incluso millones de personas”.
Los contaminantes también afectan
Asimismo, en el marco de este trabajo, se ha puesto de manifiesto la asociación entre la exposición a largo plazo a disolventes, como el tolueno usado en pinturas, esmaltes, barnices y adhesivos, entre otros, y una mayor incidencia de casos de demencia o deterioro cognitivo.
El dióxido de azufre, que procede de la combustión de petróleo y otros combustibles sólidos en la industria, es otro de los contaminantes que, en el marco de este metaanálisis, se ha visto que impacta de forma significativa en la salud mental de la población. De hecho, una exposición a altos niveles del mismo puede incrementar el riesgo de recaída en personas con esquizofrenia.
Por último, este trabajo también ha puesto de manifiesto que la exposición a partículas contaminantes provenientes de combustibles fósiles y actividades industriales, durante el segundo trimestre del embarazo puede provocar un aumento de la incidencia de la depresión postparto.
Ante esta evidencia, Raduà advirtió que “con estos datos en la mano, vemos que realmente tenemos que reducir o revertir el cambio climático”. “Ahora ya sabemos que éste no solo afecta al medio ambiente, no solo afecta a la salud física, sino que también afecta a la salud mental, de manera que es imperativo luchar contra el cambio climático”