Violencia infantil

El 80 % de los abusos sexuales a niños son del entorno próximo

La Fundació Vicki Bernadet lanza una campaña de concienciación sobre este delito

Presentación en la Fundació Vicki Bernadet
Presentación en la Fundació Vicki BernadetEuropa Press

La Fundación Vicki Bernadet presentó ayer su campaña de concienciación sobre el abuso sexual infantil (ASI), y se destacó que nada menso que ocho de cada diez agresores sexuales forman parte del entorno familiar o de confianza del menor, son de círculo más íntimo.

Presentaron la iniciativa la superviviente de abuso sexual infantil y presidenta de la fundación, Vicki Bernabet, junto a otras dos supervivientes Esther Pujol y Lidia Pujol y la psicóloga especializada en abuso sexual infantil Pilar Polo.

La campaña consiste en un anuncio, ideado de forma altruista por Ogilvy, que representa varios agresores sexuales pronunciando la frase ‘Sóc jo’ –’Soy yo’– al llamar a distintas puertas de espacios de la vida cotidiana infantil y concluye con el siguiente mensaje: «Así de fácil entra un abusador en la vida de un menor». Bernadet explicó su reacción a la campaña, que pone el foco en el entorno familiar o de confianza como escenario del abuso sexual infantil: «A mi se me pone la piel de gallina».

Afirmó que el 20% de la población sufrió algún tipo de abuso sexual infantil antes de los 17 años, y aseguró que «todavía hay mucho silencio por miedo», por lo que consideró importante visibilizar y hablar con normalidad sobre este tema.

La campaña tiene como objetivo sensibilizar sobre la proximidad de este tipo de abuso a las familias «de manera clara y directa, facilitando la comprensión y el diálogo sobre un tema a menudo silenciado».

En su intervención, Bernadet insistió en que la mayoría de los agresores son del entorno de confianza del menor, lo que implica que «son personas en quienes los niños confían para su cuidado», y recalcó la importancia de centrarse en la prevención a través de la formación especializada dirigida a familias, profesionales y personas en contacto directo con niños y adolescentes.

Polo explicó que la prevención también engloba «hacer una buena educación afectivo-sexual, trabajar siempre desde modelos de buen trato, explicar que existen violencias de todo tipo y que los niños tienen derecho a decir que sí o que no».

Recalcó la importancia de enseñar a los menores el consentimiento, explicarles que su cuerpo es privado y que, sea quien sea la persona (mamá, papá, abuela, pediatra), les tiene que pedir permiso para entrar en él, «sobre todo, que nadie les imponga silencio sobre su propia vida».

Respecto al impacto del abuso sexual infantil en las víctimas, Polo afirmó que recibir apoyo social al comunicar la agresión es una variable mediadora «fundamental» que contribuye a una mejor calidad de vida. Añadió que Cataluña tiene servicios especializados –las Barnahus– para trabajar con menores víctimas de ASI y obtener pruebas preconstituidas para lograr una justicia «más amigable», aunque ha reivindicado la necesidad de dar apoyo a las familias que sienten que no pudieron proteger a sus hijos.

Pujol explicó que ella sufrió un abuso sexual a los diez años, hecho que la llevó a transitar por varias etapas de estrés postraumático y amnesia disociativa.