¿Dónde apunta en realidad el dedo de Cristóbal Colón?

Es muy habitual que los niños barceloneses crezcan con la idea de que el dedo de Cristóbal Colón, en el monumento de final de las Ramblas, apunta al Nuevo Mundo, a la América que descubrió en 1492. Cuando uno es pequeño, es casi imposible acertar la dirección. Sin embargo, no es ese el destino,lo que desmonta por completo ciertas teorías del nacionalismo catalán.

Como ocurre con el resto de los principales atractivos de la ciudad, la figura que rinde homenaje al descubridor de América no está exenta de curiosidades, como el citado dedo.  

En realidad, su dedo no apunta a América. Pese a que Cristobal Colón es conocido por ser el descubridor del nuevo continente, la verdad es que el monumento apunta a… Italia, concretamente, a su ciudad natal, Génova. Cuando se diseñó, se pensó que si apuntaba a América la gente no iba a entender por qué su dedo se dirigía a las Ramblas, por lo se decidió que lo mejor era apuntar al mar, y, a Italia. Conviene saber que su dedo mide un total de 50 centímetros.

¿Para qué se levantó el monumento? El conjunto escultórico, que fue durante décadas, con sus 57 metros, el edificio más alto de la ciudad, se construyó en el punto donde se unen las Ramblas con el Paseo de Colón de Barcelona como símbolo de la Exposición Universal de Barcelona (un año antes de que la Torre Eiffel lo fuera para la de París). Se inauguró el 1 de junio de 1888, convirtiéndose en uno de los iconos más representativos de la ciudad. El acto de inauguración estuvo presidido por la reina regente María Cristina, ministros del gobierno de España y, entre los invitados, el rey de Italia, Humberto I y el presidente de los Estados Unidos, Grover Cleveland, además de una representación de la ciudad de Génova, lugar considerado, de forma tradicional, como lugar del nacimiento del almirante.