Mesa de diálogo
El Gobierno sugiere cambios en la Constitución para dar trato “diferencial” a Cataluña
Iceta se abre a incluir “medidas específicas” para la autonomía en una disposición adicional
Tras la reunión en Moncloa entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, comienzan a aparecer ideas y planteamientos sobre el rumbo que pueden tomar las negociaciones entre el Gobierno y la Generalitat para resolver la crisis política catalana. En este sentido, después de que el president de la Generalitat apostara ayer por regresar a la “vía 2014″ reclamando la transferencia de competencias sobre referéndums, el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, ha sugerido hoy cambios en la Constitución para incluir las cuestiones diferenciales o “medidas específicas” para Cataluña: en concreto, ha hecho alusión a añadir una disposición adicional en la Carta Magna, como se hizo con los derechos forales con la disposición adicional primera.
El ministro ha reconocido, no obstante, que la cuestión “no es tanto dar un trato diferente” ya que ha admitido que Cataluña ya lo tiene, con competencias singulares, como en instituciones penitenciarias o con policía propia (Mossos d’Esquadra), sino tratar de acercar posturas entre el independentismo y los partidarios de la unidad de España. Asimismo, también ha puntualizado que desea que “todo lo bueno” que se acuerde con Cataluña se pueda extender a otras comunidades si es posible. “La ventaja del Estado autonómico ha sido poder hacer vestido a medida”, ha afirmado en una entrevista en “Catalunya Ràdio”, en referencia a la distinta distribución de competencias entre autonomías.
Iceta, como el presidente del Gobierno, rechaza la autodeterminación, aunque sí apuesta por un referéndum para que los catalanes puedan votar sobre una mejora del autogobierno, de la financiación y de la cogobernanza para que las autonomías puedan participar en el diseño de las políticas públicas estatales. A su juicio, no obstante, también habría que abordar otros asuntos pendientes, como el desarrollo del Estatuto de 2006 -todavía hay materias por desplegar-; las competencias nuevas que han ido apareciendo -no ha citado el Ingreso Mínimo Vital, pero es una de las cuestiones candentes-; o, cómo blindar las competencias autonómicos para evitar los conflictos entre Estado y autonomías.
El ministro, que defiende una reforma federal para España, ha afirmado que hay muchos expertos que sí consideran que el país tiene “una estructura federal”, pero “le falta un detalle no menor”: “No tenemos estructuras políticas de tipo de federal que es compaginar el autogobierno con el gobierno compartido”.
En cualquier caso, ha pedido paciencia porque el “procés” arrancó en 2012 y un problema que se arrastra desde hace tanto tiempo tampoco puede encontrar una solución “inmediata”. “No hay que ser ingenuos”, ha dicho. “No es tan importante lo que se ponga sobre la mesa sino la voluntad de acercar posiciones y que lleguemos a una solución que pueda satisfacer razonablemente a una mayoría”, ha asegurado, criticando también el hecho de que el independentismo quiera partir de una posición tan extrema (sus exigencias son referéndum de autodeterminación y amnistía).
Asimismo, ha rechazado de nuevo aprobar una amnistía para independentistas investigados por causas relacionadas con el 1-O, una medida que ve propia de momentos de “cambio de régimen” y sobre las causas del Tribunal de Cuentas contra exaltos cargos de la Generalitat, ha afirmado que “se debe esperar a que termine la tramitación del procedimiento” ante este órgano y ha recordado que su decisión es recurrible ante las instancias judiciales. “Ahora parece que hayamos descubierto el Tribunal de Cuentas, que existe hace muchos años y pide responsabilidades a los electos sobre los fondos públicos”, ha añadido.
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