Publican la primera foto de Pablo Hasel en la cárcel: “Está contento de todas las movilizaciones”

El rapero Pablo Hasel lleva ya dos semanas y un día en la cárcel -desde el 16 de febrero- y, poco a poco, va recibiendo la visita de algunos líderes políticos. Si ayer fue la candidata de JxCat a la Generalitat, Laura Borràs, hoy ha sido el turno el portavoz de la CUP en el Congreso de los Diputados, Albert Botran, quien se ha desplazado hasta el centro penitenciario de Ponent (Lleida) para conversar con él y, a su salida, ha publicado un tuit con una foto del rapero.

“Un buen rato con Pablo Hasel en la prisión de Lleida”, ha expuesto Botran en un tuit, y ha explicado que el rapero está “contento de todas las movilizaciones” que han desatado su encarcelamiento, pese a que se han saldado con numerosos incidentes de gravedad por Barcelona y distintas ciudades de Cataluña. “Especialmente que estén conectando su encarcelamiento con el malestar y las luchas sociales, contra el régimen del 78. ¡Continuad en las calles, hasta liberarlo”, ha alentado Botran.

Hasel, condenado a nueve meses y un día de cárcel por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y a las Fuerzas de Seguridad, lleva ya dos semanas en prisión, después de que fuera detenido el pasado 16 de febrero en la Universidad de Lleida, donde se había atrincherado para evitar entregarse a la policía.

La visita de Botran se une a la de ayer de Borràs, que también fue y, a su salida, concluyó: “Es otro preso político de la (in)justicia española convencido de la necesidad de internacionalizar la represión”. De esta manera, dos de los tres principales partidos independentistas tratan de capitalizar la figura de Hasél, que se ha convertido un icono más del descontento del independentismo con España y se ha erigido en la chispa de una ola de protestas que ha recorrido toda Cataluña durante casi dos semanas.

Estas protestas han originado mucha controversia política precisamente entre los tres partidos separatistas por la actuación de los Mossos d’Esquadra, ya que albergan divergencias sobre qué cambios adoptar y cuándo materializarlos. JxCat es más proclive a dejar una reforma del modelo policial para más adelante, en frío, mientras que Esquerra y la CUP han dado un paso y han entablado líneas de trabajo a corto plazo.