Laboral

La reforma laboral empieza a tocar techo y los asalariados temporales repuntan en marzo

Santa Eufemia advierte de que los sectores más productivos están utilizando “todos los resquicios” de la precariedad y exige impulsar los contratos relevo para que se genere más empleo de calidad

Un trabajador de la construcción
Un trabajador de la construcciónEuropa Press

La reforma laboral que entró en vigor en abril de 2022 empieza a tocar techo en su objetivo de rebajar la temporalidad. Los datos de marzo de 2024 representan un punto de inflexión en el número de empleados asalariados de empresas con contratos temporales, que volvieron a repuntar ligeramente tras una caída en picado desde que entró en vigor la nueva regulación. Una normativa que permitió rebajar la temporalidad desde el 24,1 por ciento de marzo de 2022 (158.240 temporales), al 14 por ciento de este año (alcanzaba el 30,2 por ciento en 2019, con 194.481).

El Ministerio de Trabajo y Economía Social revela estas cifras en su estadística sobre empresas cotizantes a la Seguridad Social consultada por Ical, donde se constata que el número de temporales de estas actividades sumó 100.004 personas, con un leve repunte del 0,2, por ciento en relación a los 99.817 de un año antes.

La tasa de temporalidad se situó en la Comunidad, no obstante, en el 14 por ciento, el dato más bajo de la serie, frente al 14,8 por ciento de 2023, por la generación de empleo fijo. En concreto, en marzo de este año, trabajaban en la Comunidad, 709.720 asalariados, lo que representa un aumento del 5,5 por ciento respecto a 2023.

La temporalidad afecta mucho más a la mujer, colectivo que fue responsable de la subida, ya que las asalariadas con contrato temporal crecieron un 3,9 por ciento, hasta 61.559, frente a una caída de los varones del 5,2 por ciento, con 38.445. La tasa de temporalidad masculina se situó en el 10,7 por ciento, mientras que la femenina se fijó en el 19,3 por ciento.

Los asalariados indefinidos era 609.716, un 6,4 por ciento más. En este sentido, cabe destacar la apuesta de la reforma laboral por la figura del fijo discontinuo, con 31.029 efectivos en marzo de este año, y un avance respecto a 2023, del 5,2 por ciento. El informe, recogido por Ical, constata que los empleados a tiempo completo, 532.039, aumentaron un 6,1 por ciento, y los de jornada parcial, 146.652, un 3,3 por ciento.

Dentro de los indefinidos, los contratados a jornada completa, 462.133 aumentaron un 7,3 por ciento; mientras que los parciales, 116.554, crecieron un 3,3 por ciento. En el caso de los temporales, mermaron un 1,1 por ciento los contratados a tiempo completo, con 69.906, y aumentaron un 3,3 por ciento, hasta los 30.098 asalariados, los que sufren una precariedad doble, por un lado por su contrato temporal y por otro, por una jornada parcial.

Evolución empresarial

Los datos que proporciona el departamento que dirige Yolanda Díez constatan que aunque el empleo asalariado aumentó en 37.024 puestos en un año en la Comunidad, el número de empresas cotizantes a la Seguridad Social apenas se elevó un 0,3 por ciento, hasta las 66.833, en cifras absolutas, 211 más que hace un año. Un dato positivo sin embargo, en un contexto de inflación y desaceleración marcado por la crisis geopolítica mundial, con guerras en Ucrania y Gaza, y rutas como las del canal de Suez comprometidas, con dificultad y encarecimiento de acceso a las materias primas.

El análisis precisa que perdieron actividades los sectores de la industria y la construcción, un 0,5 por ciento en ambos casos, hasta las 6.632 y 7.342, respectivamente. En el extremo opuesto, aumento seis décimas en los servios, hasta las 47.246; y un 0,1 por ciento en el primario, con 5.613.

En cuanto al empleo por sectores, subió en todos, pero con mayor intensidad, un 6,9 por ciento, en los servicios, con 508.941. Asimismo, se elevó en el agrario un 5,6 por ciento, con 20.327; en el industrial, un 1,8 por ciento, hasta los 136.549; y en la construcción un 1,1 por ciento y 43.903.

Gran experimento

El secretario de Acción Sindical, Coordinación y Diálogo Social de UGT en Castilla y León, Raúl Santa Eufemia, remarcó que la creación de empleo fijo “ha tocado techo” y la reforma se está convirtiendo en un “gran experimento” en el que la patronal busca todos los “resquicios” posibles para no generar puestos estables, de calidad y repartir beneficios.

En este sentido, denunció que se están disparando los despidos en el periodo de prueba, cuando antes era algo anecdótico; se está apostando por la parcialidad en la contratación, y todo el empleo indefinido “va al fijo discontinuo”, una figura que no se potenció para eso.

A su juicio, la temporalidad debe bajar más, pero constató que ese descenso se está produciendo en los sectores más degradados con menos derechos donde las mujeres son mayoría, porque las grandes industrias, los grandes sectores manufactureros o tecnológicos de alto valor añadido, no están generando empleo, y están yendo a todas las fórmulas que pueden de precarización.

En este contexto, denunció la dificultad que están sufriendo los sindicatos en su “choque” con el Ministerio de Trabajo para impulsar los contratos relevo para rejuvenecer los sectores más productivos y de mayor calidad en la contratación, frente a la apuesta actual, un “guiño a la patronal” de Yolanda Díez, de apostar por la jubilación parcial.

Por último, también puso de relieve que las campañas estacionales tampoco están trayendo consigo grandes contrataciones, porque el empresarios se ha decantado por repartir menos contratos y ganar más, aunque habrá que ver cómo evoluciona en el futuro y su impacto en las cifras.