Un plan biosanitario y de vacunación gratuito de toda la cabaña ganadera para evitar que se siga propagando la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica.

Esta es la principal demanda que el Sindicato de Veterinarios de León, Sivele, reclama al Gobierno de España y a la Junta de Castilla y León, para dar respuesta a un grave problema que afecta a la cabaña ganadera leonesa, la más afectada por este virus, con 133 casos entre la especie bovina y con 1.825 animales sensibles a sufrir esta enfermedad.

En ese sentido, el sindicato recuerda que Castilla y León es la segunda comunidad de España con mayor producción de carne y leche de vacuno, por lo que se trata de un sector estratégico y de gran riqueza.

El sindicato pide que se facilite la vacunación, que es voluntaria por parte de los ganaderos y siempre que esté recomendada por el veterinario, con la vacuna recientemente autorizada.

"Se trata de una vacuna inactiva que cumple con la exigencias de seguridad y que puede ser una herramienta importante para evitar las pérdidas directas de animales y facilitar su movimiento", apuntan desde Sivele acerca de este inyectable que debe administrase en dos dosis con 21 días de diferencia.

La EHE es una enfermedad vírica infecciosa que transmite el mosquito del género Culicoide y afecta a rumiantes domésticos y salvajes. La mayor incidencia se detecta en el ganado vacuno, seguido del ovino y el caprino, además de animales silvestres como los ciervos, los gamos y los corzos.

Aunque generalmente los animales sufren síntomas moderados, se pueden llegar a registrar casos graves, con fiebre, lesiones en las mucosas, cojeras, inflamación del rodete coronario, inflamación de la lengua, abortos o diarreas hasta llegar, en los casos más extremos, a la muerte.

Los ganaderos están obligados a comunicar a las autoridades la enfermedad que se detectó, por primera vez en España, en noviembre de 2022, después de que las autoridades italianas informasen de varios casos en las islas de Sicilia y Cerdeña.

Desde los servicios veterinarios se realizan dos tipos de vigilancia, como la activa, con muestreos en explotaciones centinelas con casos negativos al inicio, y otra pasiva que se inicia con la notificación de casos por parte de los ganaderos y veterinarios de explotaciones en sospecha, informa Ical.

Además recomiendan a los ganaderos una supervisión diaria de los animales, atención temprana de aquellos que estén afectados por EHE, con agua y buena alimentación, tratamiento veterinario y realizar acciones de lucha vectorial con la desinsectación de las instalaciones y medios de transporte.

Por último Sivele piden agilidad al Gobierno en las ayudas directas al sector destinadas a compensar los perjuicios económicos de las explotaciones de bovino afectadas.