Lucas defiende la tecnología en las aulas pero para acompañar al libro de texto

Castilla y León puede presumir, y de hecho lo hace, de contar con el mejor sistema educativo de España y uno de los mejores del mundo, según se desprende de los últimos informes PISA o TIMMS, gracias, entre otras cosas, a la implicación de la comunidad educativa, la apuesta por la excelencia, la libre elección de centros o que se puedan abrir centros o aulas con tan solo tres alumnos en pequeños pueblos.

Pero, también, por ofrecer una educación gratuita a los alumnos desde los cero a tres años y, como destacaba hoy la consejera Rocío Lucas en Valladolid durante una jornada sobre tecnología educativa, por la apuesta por el "equilibrio" entre lo digital y lo analógico.

Lucas recordaba que Castilla y León apuesta por tener unas escuelas conectadas, con acceso a la red de banda ancha ultrarrápida y por que se usen las pantallas digitales en las aulas "pero siempre para acompañar al libro de texto", decía.

La consejera aseguraba que la herramienta digital, debidamente tutelada, fortalecerá la unión entre profesor y alumno pero hacía hincapié también en que los dispositivos digitales están restringidos en los colegios y que su uso en clase "queda restringido a lo que diga el profesor y las necesidades académicas que este señale".

"Ningún colegio de la Comunidad público o concertado ha suprimido el libro de texto en papel", insistía Lucas en su intervención, al tiempo que ponía en valor la apuesta de su departamento por la formación del profesorado.

En este sentido, apuntaba que casi cuatro de cada diez docentes dispone ya en Castilla y León de algún tipo de competencia digital a través de los diversos cursos de convocatoria periódica con tal fin.

Experiencia mágica de Castilla y León

Finalmente, el director de SMART Technologies para Iberia y Latinoamérica, Fernando Sanz, también presente en esta inauguración del foro, destacaba el exitoso modelo educativo de Castilla y León, en el que se han interesado ya otros países como Argentina, y apelaba a la necesidad de "compartir con otros gobiernos de Iberoamérica, como Méjico y Honduras, la que definía como "experiencia mágica" de Castilla y León en la transición digital dentro de las escuelas.