Sociedad
Las leyendas que esconde el impresionante castillo de uno de los pueblos más bonitos de España, y que está a la venta
Se trata de una impresionante fortaleza del siglo XIII
El sabio refranero español dice que ¿Si las paredes hablarán?, que quiere decir que hay que "hablar con discreción para guardar los secretos puertas adentro, para mantener las cosas a buen recaudo, o para no ser descubiertos en nuestros comentarios". Esto se puede decir de los muchos edificios que hay en todo el territorio nacional, y que han visto pasar la historia por sus muros. Un ejemplo claro son los castillos que llevan cientos de años entre nosotros, y que entre sus paredes se esconden muchos secretos y leyendas.
Se podría haber elegido a cualquier fortaleza, de las muchas que hay en España, pero hoy os vamos a contar las leyendas que se cuentan de un impresionante castillo, que se encuentra en uno de los pueblos más bonitos de nuestro país, y que en estos momentos se encuentra a la venta. Se trata de una fortaleza construida en el siglo XIII y reconstruida en el XV es un bien de lujo en el mercado inmobiliario. Su precio de salida en el portal Idealista es de 4,8 millones de euros. Quien lo compre adquirirá un inmueble de 683 metros cuadrados con seis habitaciones, el museo del pintor Ignacio Zuloaga y unos increíbles jardines, así como unas leyendas que siempre le acompañan.
La fortaleza es la de la espectacular villa medieval segoviana de Pedraza. Se encuentra en una gran explanada, del que únicamente se conservan los altos muros y otros contados restos, así como la Torre del Homenaje, de tres plantas y forma cuadrada.
Dentro del castillo, en la escalera que da paso al aljibe, se conserva el escudo de los Herrera, anteriores a los Fernández de Velasco. Los duques de Frías, condestables de Castilla, volvieron a reformarlo en el siglo XVI de donde data la estructura que actualmente se ve.
A este castillo se vinculan sucesos históricos como la prisión de los hijos del rey de Francisco I de Francia desde 1525 a 1529. Este acontecimiento tuvo lugar para asegurar el cumplimiento de un compromiso estipulado en el Tratado de Madrid, en conformidad con el Rey Carlos I. Siendo tratados como rehenes, fueron liberados posteriormente a principios de 1530, cuando fueron regresados a Francia por la Paz de las Damas.
En 1926, cuando lo adquirió el pintor Ignacio Zuloaga, el interior del castillo estaba arruinado. Restauró una de las torres, donde instaló un taller y pintó paisajes y retratos de las gentes de Pedraza.
Los herederos del artista han habilitado una segunda torre como Museo Zuloaga donde se exponen de forma rotatoria obras del pintor y en ocasiones algunas otras obras del patrimonio familiar como un “Cristo” del Greco, un retrato de “La Condesa de Baena” de Goya y algún bodegón flamenco del siglo XVII. El Museo, el patio de armas y el aljibe se pueden visitar en grupos guiados de miércoles a domingo de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:30.
Además desde 1983, entre los meses de junio y julio, en el espléndido marco de su patio de armas, se celebran los famosos “Conciertos de las Velas”.
Leyenda
La fortaleza de Pedraza además de los acontecimientos históricos que se han vivido, también cuenta con una serie de leyendas que hacen del castillo, un lugar mágico.Una de la más destacadas es el amor prohibido que protagonizaron Elvira y Roberto. Dicen las “malas lenguas” que Sancho de Riadura siendo el señor del castillo se casó con una plebeya de nombre Elvira, que no correspondía los sentimientos del patrono, sino que estaba enamorada de un labrador llamado Roberto.
Tras ver que su amada contrajo nupcias con otro, Roberto desconsolado se unió a un convento. Tras pasar los años, el esposo de Elvira participa en la defensa de Castilla durante la invasión de los Almohades. Así, aprovechando la ausencia del noble, la joven se reencuentra con Roberto.
No obstante, al volver y ser informado de la infidelidad de su esposa, Sancho obliga a Roberto a usar una corona de púas como penitencia. Esto provocó la muerte del joven y la ira de Elvira, quien se encerró en su habitación y se clavó una estaca en el corazón.
La leyenda cuenta que Elvira también incendió la torre en la que cometió suicidio. Por ello, se tiene la creencia de que en las noches de verano se puede ver a los amantes pasear bajo un halo de fuego, hasta el punto que algunos dicen que en la fortaleza han visto fantasmas.
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