Turismo

Ni Laponia Ni Suiza, el idílico lugar en España para perderse este mes de diciembre

Hay que acercarse hasta la montaña leonesa, cerca de los Picos de Europa

Riaño (León) y sus alrededores, nevado
Riaño (León) y sus alrededores, nevadoLa Razón

Estamos ya metidos de lleno en el mes de diciembre. Con muchas fiestas de por medio, la llegada del próximo puente este fin de semana que se avecina y, por supuesto, las Navidades. Unas fechas donde el periodo invernal y, sobre todo la nieve, suelen ser más que protagonistas. Y en estos días, hay sitios idílicos en España que parecen sacados de una postal navideña. Y no hace falta perderse por esos pueblos de Suiza, Austria, Alemania o Laponia para encontrar un entorno mágico espectacular.

Nos acercamos hasta la provincia de León. Un lugar mágico, con numerosas atracciones. Montaña, naturaleza, paisajes marcianos, patrimonio y cómo no, una excepcional gastronomía. Pero el lugar al que nos acercamos, el actual, tiene "poca historia", aunque hay mucha detrás. Para disfrutar de una imagen única y espectacular merece la pena sentarse en uno de los bancos más bonitos de existentes en territorio nacional. Y desde ahí, desde Riaño, un pueblo nuevo creado de la nada en el año 1987, ya que el anterior pasó a mejor vida junto a otros ochos bajo las aguas del embalse, se puede contemplar una vista única y excepcional. Y si hay nieve, pues más.

Vista desde el "Banco más bonito de León"
Vista desde el "Banco más bonito de León"La Razón

Un lugar que se ha convertido en una de las zonas naturales más increíbles de España y que cada vez, por el boca a boca, está atrayendo a más turismo. Y es que todo se aúna en un mismo espacio, montaña, agua, espacios naturales, patrimonio cultural y un legado extenso y excepcional. Un extenso número de atractivos turísticos que sorprenden al viajero que se acerca hasta aquí.

Riaño, aunque impresiona por su entorno natural, merece la pena caminar por las calles del pueblo y descubrir un hórreo típico leonés o el “Monumento al silencio”, una escultura que recuerda la tragedia medioambiental y humana vivida en 1987. Las campanas que se pueden ver formaron parte de las iglesias de los pueblos que yacen bajo las aguas del embalse. También cuenta con la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, de estilo románico, que fue trasladada piedra a piedra desde La Puerta, con unas interesantes pinturas medievales en su interior. Pero hay más atractivos como El Corro de los Aluches, chozos, hórreos típicos, la iglesia de Santa Águeda o el Museo Etnográfico de la Montaña de Riaño, donde se pueden completar las reproducciones de escenas costumbristas de la zona. Y numerosos miradores, como los de Alto Valcayo y el de Las Hazas, donde además, uno puede disfrutar de los parajes existentes mientras se balancea sobre un columpio gigantesco.

Embalse de Riaño, en León
Embalse de Riaño, en LeónCampilloAgencia ICAL

Riaño es un pequeño pueblo que se asemeja y mucho a las Islas Lofoten, a los pies del embalse que se asemeja más a un fiordo y entre montañas. De hecho muchos han catalogado este paraje como los fiordos leoneses, los cuales se pueden navegar en barco para ver su belleza in situ.

Y para los amantes del senderismo, un sinfín de acciones: Por un lado, la subida al pico Gilbo, que se puede realizar a través de un sendero circular sencillo que carece de dificultades técnicas. Son 7,5 kilómetros que nos lleva por parajes asombrosos, atravesando un bosque de hayas. Todo se compensa al alcanzar la cima, a 1.679 metros de altitud, donde se puede observar la presa en todo su conjunto y la Montaña Leonesa en su plenitud.

La nieve cubre las montañas cercanas a la villa leonesa de Riaño
La nieve cubre las montañas cercanas a la villa leonesa de RiañoJ.CasaresAgencia EFE

Esta ruta también nos lleva a la Cueva Vieja del Monte, una cueva de un personaje de la mitología leonesa, que cocinaba pan para los pastores, y que estos llevaban a sus respectivos hogares para dárselo a su familia. Ideal y sencilla para hacerla con niños.

Si uno es más aventurero, debe ascender el Pico Yordas, un rompepiernas de casi unos 20 kilómetros de andadura si hacemos el trayecto largo, aunque otra opción es la de coger un barco en el propio Riaño que nos acerca al otro lado del embalse, y desde ahí sólo son seis kilómetros. Las vistas de la Cordillera Cantábrica, inmejorables. Y dos rutas más, la del Valle de Hormas, de unos 6,2 kilómetros de longitud o la Senda de la mitología leonesa. Y muy cerca de Riaño se pueden conocer otras maravillas de la Montaña Oriental leonesa, como el Valle de Sajambre, en la vertiente más leonesa de los Picos de Europa, con innumerables rutas senderistas o el Valle de Valdeón.

Y no podemos finalizar nuestro periplo sin reponer fuerzas. Y qué mejor par ello que probar la mejor gastronomía de la zona. Donde no falta un plato contundente como es el tradicional cocido de la Montaña de Riaño. Arvejos, la legumbre tradicional, y acompañado por la carne como costillas, morro, lengua, chorizo, tocino u oreja. Fundamental.