La Junta reivindica su defensa de la caza y tiende la mano al sector

Tras el malestar mostrado por la Federación Regional de Caza a cuenta de la futura Orden que regulará la implantación y el control telemático de precintos de caza, ya que consideran que «vulnera la letra y el espíritu de la ley de caza», el Gobierno de Castilla y León abrirá un periodo de debate sobre esta normativa para que todas las partes interesadas puedan pronunciarse sobre esta nueva normativa.

«Hemos lanzado a información pública una proposición para que todo el mundo pueda opinar. No hay que recurrir nada simplemente hay que presentar las alegaciones correspondientes y a los colectivos que reúnen a los cazadores les escucharemos especialmente porque nos reuniremos con ellos igual que hicimos para la ley de caza de 2021», destacaba este miércoles el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al tiempo que avanzaba que estos precintos, que ahora mismo son físicos, se sustituirán por un sistema electrónico

El consejero explicaba que la orden que sí está dictada sobre el control telemático de las capturas efectuadas en los cotos es para la paloma torcaz pero es voluntaria, «porque esta ave no se puede cazar pero es posible que en Europa, en un momento dado, se permita nuevamente su caza».

Por ello, señalaba que quieren «ensayar» con esta especie de ave, de forma que los cazadores vayan acostumbrándose a un sistema que la Unión Europea va a imponer, en el caso de la tórtola.

Además, Suárez-Quiñones rechazaba que pueda considerarse a la Junta sospechosa de actuar contra la caza, y aseguraba, contundente, que si hay alguna administración que ha dado la cara y defendido a los cazadores y su modo de vida esa ha sido la Junta de Castilla y León.

«Hemos defendido esta práctica frente al Tribunal Constitucional, los ecologistas e incluso el Gobierno de España, por lo que hay poco que decir respecto a la defensa que hace este Gobierno de la caza», insistía.

Importancia de la caza

Un apoyo que, según insistía, viene motivado por la trascendencia de la actividad cinegética para el medio ambiente y el mantenimiento de los ecosistemas, pero también para el medio rural a la hora de generar actividad y fijar población, debido a los beneficios de la caza como elemento de ocio.

De hecho, el consejero afirmaba que esta actividad genera un volumen de negocio cada año en Castilla y León de entre 500 y 600 millones de euros.