Sociedad
La Junta reclama en Bruselas un enfoque territorial de la Política de Cohesión para dar prioridad a las regiones con graves problemas de despoblación y envejecimiento
La vicepresidenta asegura en el Comité de las Regiones que comunidades como Castilla y León precisan de un enfoque estratégico adaptado a sus características socioeconómicas para avanzar y ser capaces de atraer inversiones y de fijar población
Castilla y León es una de las regiones de la Unión Europea que afronta unos desafíos demográficos graves y permanentes, sobre todo en los entornos rurales. Se trata, junto al cambio climático y la dependencia energética, de uno de los retos estructurales a los que se enfrentan gran parte de los territorios que integran la 'Europa de los 27'.
En este contexto, el pleno del Comité Europeo de las Regiones ha abordado la necesidad de una Política de Cohesión renovada, integradora y que afronte estos grandes problemas que desafían a la Unión, especialmente el demográfico. Durante la sesión, la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, ha hecho alusión a una estrategia de cohesión que priorice aquellas regiones cuyos problemas poblacionales se han ido agravando con el paso del tiempo, puesto que sólo se va a garantizar el equilibrio, el crecimiento y la competitividad entre estos territorios si de verdad se hace frente a estos desafíos estructurales.
La vicepresidenta se ha mostrado de acuerdo con el dictamen del pleno referente a esta cuestión, en el que se recoge un presupuesto para después de 2027 equivalente al del periodo actual, al considerarlo sólido y suficiente, y también ha manifestado su conformidad con el incremento de al menos el 8 % de las partidas destinadas a cooperación territorial europea.
La postura de la Junta de Castilla y León es que la transición demográfica ha de ser prioritaria en la Política de Cohesión al mismo nivel que la ecológica y la digital. Por ello, al tratarse de un reto estructural, se precisa de un enfoque coordinado entre las políticas de la UE y las nacionales, ha explicado Isabel Blanco, pues de ello depende la preservación de la estabilidad económica, social y democrática de Europa.
No obstante, esta estrategia coordinada y general debe complementarse con una visión territorial flexible que adapte estas políticas a la idiosincrasia y características socioeconómicas, geográficas y demográficas de cada región, ha expresado la vicepresidenta de la Junta. Por ello, ha añadido, es imprescindible reforzar el presupuesto destinado a la cohesión territorial y, sobre todo, impulsar la integración de las estrategias de desarrollo rural, como el citado aumento del presupuesto en cooperación territorial europea.
Los denominados Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (EIE) resultan cruciales para continuar trabajando en una mayor equidad y solidaridad entre territorios, especialmente a la hora de mejorar infraestructuras y servicios, fomentar la digitalización y apoyar el emprendimiento local. Esto supone que se erigen como instrumentos clave a la hora de crear un ecosistema solvente en todas las regiones europeas, para garantizar la calidad de vida de los ciudadanos atrayendo inversiones, ofrecer nuevas oportunidades y, en definitiva, fijar población.
Cooperación territorial
La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León también ha intervenido en la sesión en la que se han abordado los retos de la cooperación territorial europea, donde ha asegurado que la cooperación transfronteriza contribuye a prestar mejores servicios y, por tanto, a mejorar la calidad de vida de estas regiones. Por ello, ha solicitado incrementar las inversiones a través de los programas de cooperación interregional.
Además, Isabel Blanco se ha mostrado de acuerdo en la profundización del enfoque territorial y en la simplificación de los mecanismos de la cooperación territorial, especialmente en la reducción de requisitos para que tanto las regiones como las ciudades puedan proponer proyectos adecuados a sus propias necesidades.
Por último, la vicepresidenta ha considerado acertada la creación de inversiones innovadoras interregionales, tal y como ha propuesto la Comisión Europea. A través de estas se va a ofrecer más apoyo a las regiones que cuenten con un ecosistema tecnológico especializado compatible para crear agrupaciones empresariales en sectores punteros y prioritarios, como los macrodatos, la economía circular, las tecnologías de fabricación avanzada y la ciberseguridad.
Transformación de la industria del automóvil
Por otra parte, Isabel Blanco ha intervenido en la reunión del Grupo Interregional sobre el Futuro de la Industria Automotriz (Corai) del Comité Europeo de las Regiones, en el que ha señalado el compromiso de la Comunidad con una transición del sector de la automoción justa, equitativa y ordenada hacia la movilidad sostenible y neutra en emisiones, de acuerdo con las líneas estratégicas de la Unión Europea.
En un territorio que ha calificado como referente para esta industria en cuanto a producción, exportaciones, facturación, cadena de valor y formación y que genera el 20 % de las fabricaciones a nivel nacional a través de 35.000 empleos y 150 proveedores, Blanco ha defendido que, si bien el vehículo eléctrico es un vector fundamental de cambio, no es el único, y la Junta apuesta por la convivencia de distintas tecnologías, como la híbrida o la basada en el uso de hidrógeno.
En un contexto internacional complejo por la escasez de materias primas y el consecuente encarecimiento de costes debido a diversos factores geopolíticos –conflictos en Ucrania y Próximo y Medio Oriente– y comerciales –la difícil competencia con los coches eléctricos chinos subvencionados–, se antoja indispensable transformar y proteger el modelo industrial automovilístico europeo.
No obstante, en este punto, la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León ha insistido en que el cambio ha de ser gradual, ordenado, realista y adaptado a las necesidades específicas de cada región para que ninguna se quede atrás, a las empresas que operan en ellas y a la demanda de los consumidores. Y ha hecho referencia a la necesidad de una mayor flexibilidad de la normativa de la Unión y, concretamente, del reglamento ‘Euro 7’ sobre emisiones de gases contaminantes de los vehículos a motor, ya que debe haber un proceso de transformación, pero no puede afectar negativamente al empleo ni a la economía.
En este sentido, Isabel Blanco ha reivindicado una herramienta de seguimiento y evaluación de impacto sólida para controlar el proceso que sea capaz de identificar los desafíos y las brechas que se puedan producir. De este modo, se podrán activar los mecanismos de apoyo correspondientes para los territorios o empresas que los precisen. Siguiendo esta misma línea, se antoja necesario, ha añadido, la aprobación de medidas financieras para hacer frente a todos estos retos y garantizar tanto la competitividad como los puestos de trabajo.
Los fondos ‘Next Generation EU’ pueden jugar un rol central, ha defendido. Pero, para ello, se deben elevar propuestas factibles desde el ‘Corai’ para que la Comisión lleve a cabo un proceso de adaptación de estos fondos al progresivo cambio de modelo. Sobre todo, en lo que se refiere a la formación y el reciclaje profesional de los trabajadores vinculados al sector de la automoción.
Para lograr todos estos objetivos, se debe continuar apostando por una colaboración constante no sólo entre las regiones, sino además con las partes interesadas de la industria y con el resto de las instituciones europeas. Pero también debe seguir profundizándose en el Diálogo Social, una seña de identidad de la Comunidad, ha destacado Isabel Blanco, para remar todos en la misma dirección.
Bajo estas premias, Castilla y León está preparada para abordar esa adaptación gradual y ordenada a la movilidad sostenible, ha concluido la vicepresidenta, lo cual es una gran oportunidad para la modernización del ecosistema industrial y la consolidación del sector autonómico en el mercado europeo.
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