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Opinión

Disney y Pixar: Combinación ganadora

Una exposición en el CaixaForum de Madrid cuentan los secretos que hay detrás de la gran pantalla de producciones como Monstruos S.A. o Cars

Alfon Arranz visita la exposición de Disney y Pixar en Madrid Alfon ArranzLa Razón

Todos somos niños y todos intentamos aferrarnos al patio en el que jugamos toda la vida, aunque sea en nuestro corazón y de eso el famoso ratón sabe mucho, que tras más de 90 años de existencia sigue hecho un chaval para el asombro de competencias y modas pasajeras.

Disney es una de las mayores empresas a nivel mundial que sigue confiando en las animaciones más variopintas y modernas de todos los públicos creando blockbusteres que consiguen dar un golpe en la mesa en cuanto a las historias profundas y a la vez divertidas.

Pero es que desde que Pixar entrara en escena con su Toy Story la historia, y nunca mejor dicho, ha sido exponencialmente imparable. Títulos para niños y no tan niños han creado una legión de fans y de merchandising rivalizable con el propio Star Wars de George Lucas. ¡Ah calla, que también es de Disney!

En este momento tan ecuatorial del año y con el calor que hace en Madrid, estos días se me antojan de regulación térmica extrema y mi mente necesita refrescarse cual pato Donald en el estanque. Y ruta por allí y horchata por allá llego a una exposición brillante: La ciencia de Pixar, una expo en el CaixaForum en el que se te cuentan los secretos que hay detrás de la gran pantalla de producciones como Monstruos S.A. o Cars.

Y allí entro yo como un niño con zapatos nuevos, y nunca mejor dicho porque me he comprado unos frescos para el verano que “pa qué”, y tras pasar a la sala gigante todo me envuelve en un golpe de retro y actualidad. ¡Si hubiera sabido todo esto con diez años podría haber hecho mi primer corto de animación con esas ideas!

Sin duda alguna es un sitio mágico y curioso en el que te cuentan como se renderiza la película Luca, como puedes hacer un Stop Motion con la mítica lámpara Luxo Jr. o simplemente puedes entretenerte saludando al pez Dory en su versión gigante. Todo un patio de recreo y luces para toda la familia muy recomendable.

Y claro, esto tiene su cara intrínseca que me ha hecho revisar en casa los grandes clásicos de Pixar y ya te vas fijando en todos los frames y la locura de tiempo en que tarda en producirse un minuto final de cada una de ellas para que los mortales disfrutemos a golpe de Fanta y palomitas de un auténtico festival visual.

Me encanta este tipo de ciencia, ya lo explicaba Donald en el país de las matemáticas y creo que los niños y niñas del mañana verán la motivación y el aprendizaje como algo más plástico por tener entre sus manos la tecnología que lleva a lo divertido en las pantallas; al fin y al cabo, la creación más bella siempre ha partido de un lienzo en blanco y de mentes inquietas garabateando que buscan darle una vuelta de tuerca más a lo ya inventado.

¿Qué nuevos personajes y aventuras traerán los próximos años? Y, sobre todo: ¿Qué maravillas nos permitirá contar increíbles historias según avance la animación digital?

Del revés, Soul, Coco, Elemental, Red, Bichos, Up, Los increíbles, Ratatouille y un largo etcétera de grandes títulos cinematográficos de la animación 2.0 componen ya los pilares de muchos momentos habidos y por haber en el imaginario colectivo.

Ahora toca que los maestros enseñen y compartan su experiencia, que no sólo de fábulas vive el alma, sino de la ciencia mejor contada.

Yo de momento voy a ver algún titulo veraniego refrescante de Pixar, como por ejemplo Luca, para fijarme aún más en lo que hay detrás de toda esta composición magistral que deleita todos los sentidos creando largometrajes como cuadros con vida propia, firma ya de la casa del ratón y del flexo.