Patrimonio
El artesonado mudéjar del siglo XV que sorprende al mundo desde un pequeño pueblo leonés
La Junta finaliza la restauración de la capilla de la iglesia de Villacé del municipio leonés de Villamañán tras invertir 223.000 euros
El Gobierno regional prosigue con su apuesta por recuperar el patrimonio artístico e histórico de la Comunidad para dar un nuevo impulso al turismo y dinamizar la actividad en el medio rural.
La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte ha recibido las obras de la restauración de la antigua capilla bautismal, también conocida como capilla de San Juan, en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad leonesa de Villacé, perteneciente al municipio de Villamañán.
El objetivo principal de la intervención, a la que se han destinado 223.000 euros financiados con fondos europeos Feder, es la conservación y puesta en valor tanto del artesonado mudéjar del siglo XV como de los decorados que adornan las paredes de la capilla.
La estancia, con unos 25 metros cuadrados en planta, está cubierta por una armadura policromada de par y nudillo, a cuatro aguas, con cuadrales sobre canes y limas moamares. Presenta decoración atauquerada en el almizate, con ruedas de lazo de ocho puntas, y un relieve del Padre Eterno a modo de pinjante central. Los faldones, con cintas y saetinos, se decoran con florones en los guardapolvos.
Además, las paredes de la capilla están decoradas con pinturas murales conservadas bajo la capa de yeso. En lo que era la cabecera de la capilla, al norte, se conserva la representación de un Trono de Gracia sobre la huella en el muro de un primitivo bien mueble (probablemente un retablo) ya desaparecido. El resto consiste en una ornamentación a modo de decoración textil con imitación de brocados, a base casi exclusivamente de grisallas, que se concibió con el objetivo de realzar la escena principal.
Situada a los pies de la nave del Evangelio, la capilla se alza sobre los restos de una edificación precedente, cuyos vestigios aún son visibles en los muros norte y oeste. Hacia el año 1500 este espacio se incorporó al nuevo templo que se estaba construyendo y pasó a funcionar como una capilla con advocación a San Juan Bautista, San Gregorio y San Pelayo, gestionada por una cofradía homónima.
En su conjunto, la iglesia de la Anunciación consta de tres naves separadas por arcos ojivales muy apuntados y arcos de medio punto en sentido transversal. El atrio de pavimento enchinarrado que da acceso al templo está cubierto con una armadura que se apoya sobre esbeltas columnas de piedra y el conjunto se completa con una torre de cinco cuerpos que aloja las campanas.
Además de la antigua capilla bautismal, el templo cuenta con otros bienes patrimoniales como un púlpito de madera policromada o un singular retablo barroco de doble cara, situado en las capillas laterales adosadas a la nave norte. El órgano del siglo XVIII, la pila bautismal de piedra con motivos geométricos esculpidos y las grandes losas de pizarra con inscripciones funerarias y escudos que conforman el pavimento de las naves completan el listado de bienes muebles de la iglesia.