Campo
Descubre los mejores sitios para encontrar setas en Castilla y León
La Comunidad es un territorio de referencia en producción micológica, tanto por la calidad como por la cantidad del producto que procede de sus montes
Con la llegada del otoño y, sobre todo, con el comienzo de las primeras y abundantes lluvias, es el mejor momento para salir al campo, ya sea al bosque o a los pinares que abundan en la Comunidad, para recolectar los productos estrella de esta estación: las setas y los hongos, aunque con especial hincapié en el níscalo, el boletus eduli sobre todo o la deseada y cotizada trufa negra.
La variedad de ejemplares para llevar a la mesa es amplia y solo un buen conocedor es capaz de saber y diferenciar entre ellos. Es época de rebozuelos, de setas de cardo, huevos del rey, también del champiñón silvestre o el hongo blanco, entre muchos otros muchos tipos, y los fogones de las casas, pero también de los restaurantes están que arden ante una remesa de este producto de calidad demandado por los comensales.
Los aficionados ya se frotan las manos y, con cesta y navaja en mano, ya campean por los numerosos parajes naturales a la búsqueda de los mejores ejemplares para disfrutarlos en la mesa. También los furtivos están a la espera de que caiga algo más de agua este año para salir, aunque a estos ya los espera la Guardia Civil.
En estas líneas La Razón descubre algunos de ellos por las nueve provincias de la Comunidad, más conocidos, aunque también hay muchos otros rincones solo conocidos por los viejos del lugar y expertos.
Ávila
En la Sierra de Gredos el Boleto Edulis es frecuente en los bosques de pinos, castaños, hayas, robles. Es complicado, pero posible, encontrar incluso ejemplares de esta seta en la época primaveral, aunque lo normal es en otoño. En el norte de esta sierra es uno de los lugares donde, además de poder un paseo relajante, más especies de setas y hongos puedes encontrar por metro cuadrado, ya sea entre la hierba o junto a los árboles.
El Valle del Alberche y Tierra de Pinares es una reserva micológica de gran interés, con varias rutas y zonas de recogida, como la de la Chorrera en San Juan de la Nava, donde abunda en el pinar el boletal Suillus luteus, o en la zona de El Barraco, en la que se puede encontrar fácilmente el faisán ( Leccinellum lepidum ) o el Boletus impolitus, de tonos mostaza. Y en la ruta de la Lobera de Navaluenga, plagada de robledales, el protagonista es la bella Megacollybia platyphylla, o Collibia de sombrero estriado,
Burgos
La provincia de Burgos cuenta también con numerosas zonas en las que el recolector de setas y hongos puede encontrar su paraíso. Ahí están, por ejemplo, Las Merindades, una de las zonas reguladas, donde se pueden encontrar una gran variedad de setas, entre ellas los apreciados boletus, el hongo blanco, el níscalo o la senderilla
También es un buen lugar la Sierra de la Demanda, considerada como una de las joyas micológicas de la provincia, por las abundantes lluvias que caen en esta zona que provocan la proliferación de una enorme variedad de especies micológicas, entre las que desatacan la senderilla, el boletus edulis, la amanita cesárea, el pie azul, además del níscalo, el champiñón silvestre o la seta de cardo.
León
La provincia leonesa es también territorio comanche en cuanto a setas y hongos. Sobre todo en el nordeste de la provincia, en la denominada Montaña Oriental y en torno al río Cea tenemos un área de gran importancia micológica. El área abarca municipios como Almanza, Boca de Huérgano, Cebanico, Prioro, Valderrueda o Villazanzo de Valderaduey. También en los montes de León se encuentra el municipio de Santa Coloma de Somoza, con amplia variedad y ya en Astorga, en La Maragatería, en pleno Camino de Santiago, es habitual ver a recolectores buscando el hongo blanco, el rojo, el níscal o la capuchina.
Y en la comarca de El Bierzo, está el pinar de Tabuyo, el de Camposagrado o la zona de Sancedo, el amante de las setas y los hongos puede sentirse como en casa también.
Palencia
Las tierras palentinas son también terreno micológico. Desde la Tierra de Campos, en Ampudia, junto a los márgenes del Arroyo El Salón y del Arroyo del Valle, el recolector y andarín se encuentra a su camino setas de cardo y níscalos principalmente ya en la Comarca del Cerrato, en municipios como Cevico Navero, son el lugar ideal donde encontrar multitud de setas de temporada, como la ya mencionada seta de cardo o el champiñón. Pero no solo esto; bajo los robles y encinas de esta comarca también comienzan a crecer auténticos diamantes, ejemplares de trufa negra.
Saldaña, Villaires, Celadilla del Río, Villaeles, Villanuño, Cornón, Cornoncillo y Osorno son los lugares por donde transcurre esta maravillosa y variada área micológica. Sus bosques de roble y rebollar están repletos de hongos comestibles de gran calidad como Bolutus aestivalis, B. aereus, B.
Salamanca
la provincia de Salamanca tiene su particular encanto también en materia micológica, y destaca la Sierra de Francia, con una diversidad sin igual repleta de abedules, coníferas, robledales, castaños y acebos además de un clima muy particular e ideal para las setas y los hongos. Como, por ejemplo, las boletus o la amanita caesarea.
La Alberca, Mogarraz, Miranda del Castañar, Villanueva del Conde, Candelario y Montemayor del Río, todos ellos conjuntos históricos, cuentan con varias rutas en las que perderse y disfrutar de la naturaleza y de una variedad micológica insultante.
Segovia
La provincia segoviana ofrece también lugares especiales done abundan las setas. pero, sobre todo, es en los Montes de Valsaín, concretamente en los montes Matas y Pinar de Valsaín, donde el Boletus edulis, la seta de cardo y las amanitas cesarías han hecho de esa zona su lugar de residencia para gozo y bienestar de los vecinos de esta bella zona del Real Sitio de San Ildefonso, conocido por rico y variado patrimonio monumental, con las fuentes del Palacio de La Granja como protagonista. Un buen lugar para coger setas y perderse unos días de asueto.
Soria
La provincia de Soria es lo máximo a lo que un recolector de setas puede aspirar. Es la número del top ten de zonas donde los hongos existen para disfrute del paladar. Son incontables los lugares en los que el amante de la micología puede expandirse y entretenerse. De hecho, la temporada culmina durante el mes de noviembre con las Jornadas Micológicas, en las que un buen número de establecimientos ofrece todo un abanico de deliciosas tapas de setas y en distintos municipios se organizan charlas, talleres, actividades medioambientales y otros eventos.
Desde Covaleda, asentada al pie del Urbión, que ofrece enormes posibilidades de especies de setas y hongos, hasta las espectaculares sierras de Urbión y Cebollera y la ilustre Laguna Negra, donde se encuentra en Vinuesa, un precioso pueblo medieval, en cuyos montes se hallan hasta 20 especies de hongos de gran valor gastronómico, entre ellos las codiciadas colmenillas.
JUnto al cañón de Río Lobos, en San Leonardo de Yague, se encuentran setas como el rebozuelo y, en primavera, los marzuelos; en Almazán abundan los níscalos y las setas de cardo; y en Abéjar, la “Puerta de Pinares”, se encuentra la preciada trufa negra. Las setas senderuelas, el hongo negro, la amanita cesárea, las setas de cardo y muchas otras especies pueden encontrarse en Molinos de Duero, casi en las orillas del Embalse de la Cuerda del Pozo.
Valladolid
Y en Valladolid, la provincia más llana de Castilla y León, las setas y los hongos abundan en sus extensas zonas de Pinares y en los numerosos pueblos con montesdonde es necesaria licencia para coger setas.
Desde Aldeamayor, Alcazarén, Aldea de San Miguel o Boecillo, pasando por Bocigas, Camporredondo, Castromonte, Cogeces de Íscar, Íscar, La Santa Espina, La Parrilla, La Pedraja de Portillo, La Zarza, Llano de Olmedo, Matapozuelos, Mayorga, Megeces, Mojados, Olmedo o Quintanilla de Arriba, son buenos lugares para recoger níscalos y setas de cardo también.
Zamora
Los que tengan pensado ir a la provincia de Zamora a recoger setas, y especialmente boletus, la comarca de Sanabria es el sitio, ya que es una de las zonas en las que más encontrarán de estos ejemplares, así como en otros puntos como Rabanales, en la comarca de Aliste. De hecho, este municipio cuenta con un Museo Micológico. Los montes zamoranos son también un lugar inmejorable para encontrar los “zamoranitos”, que es el boletus de jara típico de la comarca de Aliste.
La manita caesarea, el rebozuelo, la trompeta de los muertos, el marzuelo o el parasol son setas que abundan también por estas tierras de Zamora
Castilla y León es, en definitiva, un territorio de referencia en producción micológica, tanto por la calidad como por la cantidad del producto que procede de sus montes. Por eso sus setas son elogiadas en las mejores mesas de todo el mundo, que cuentan con una marca de garantía de calidad Setas de Castilla y León, el primer sello de calidad para este tipo de producto que se conoce en todo el mundo.
Un sector importante en lo económico, por lo que mueve, pero también vital para el medio rural, porque, además, ayuda a fijar población.
La recogida de setas es una actividad accesible, para la que tan solo hace falta llevar calzado y ropa cómoda, una navajita y una cesta de mimbre, pero hay que hacerlo bien para que no resulte dañina e invasiva para el entorno natural. Por ello se debe obtener un permiso para ello a través de la web de micocyl.es, dependiente de la Junta de Castilla y León. Y no olvidar que hay que conocer bien las setas para evitar recolectar y consumir por error variedades tóxicas.
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