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Convención PP

Valladolid se vuelca con Casado: “Te vamos a llevar en volandas a La Moncloa”

El presidente Fernández Mañueco asegura que el líder nacional de los populares “está escribiendo las primeras páginas de lo que va a ser su presidencia del Gobierno”

Pablo Casado y Alfonso Fernández Mañueco durante la convención del PP en Valladolid mir_icalAgencia ICAL

Valladolid, hasta hace no mucho bastión inexpugnable del PP de la mano de Javier León de la Riva, ha acogido con entusiasmo a los populares en la que ha sido su segunda jornada de la itinerante Convención Nacional del partido, que arrancaba ayer en Santiago de Compostela y continuará mañana en Madrid hasta llegar a Sevilla el jueves, y finalizar, con su líder nacional, Pablo Casado, nuevamente entronizado, el sábado en Valencia.

Seis paradas de un largo recorrido aún por completar para el líder del PP en su afán por conseguir desbancar a Pedro Sánchez del Gobierno en cuanto haya elecciones, anticipadas o no. Algo a lo que quiere aportar su granito de arena el PP de Castilla y León. De hecho, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, trasladaba este martes queel partido en esta Comunidad pondrá toda la carne en el asador para llevarle en volandas hasta La Moncloa.

Pablo Casado está escribiendo ya sus primeras páginas de lo que va a ser en un futuro no muy lejano su presidencia del Gobierno”, decía el también presidente de los populares castellanos y leoneses. “Este es nuestro gran objetivo, que Casado sea el próximo presidente del Gobierno, y construir desde allí un proyecto europeo querido y cercano”, finalizaba.

Nación y sociedad abierta era el lema de esta segunda jornada de la convención celebrada en la Cúpula del Milenio, un lugar simbólico y fetiche también para los socialistas de Valladolid después de que Óscar Puente lograr la alcaldía de la ciudad en las elecciones de 2015 y donde Pedro Sánchez ha estado en varias ocasiones también dando mítines, pero que los populares quieren hacer suyo también.

El terrorismo y la violencia política abría la jornada con la presencia de la presidente de la Fundación Jiménez Becerril, Teresa Jiménez Becerril; de Marimar Blanco, presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco; de Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia; y del cineasta Iñaki Arteta. Todos ellos llevaron la voz de las víctimas del terrorismo y cargaban contra el Gobierno de Sánchez, primero por pactar con un partido como Bildu para llegar al poder, y luego por acercar a los presos etarras a las cárceles vascas y por permitir que les hagan homenajes para mantenerse en él. «Sánchez debe cesar ya esta impunidad», clamaban.

Además, coincidían en señalar al PSOE como responsable por su complicidad con el mundo etarra y ante una situación que supone una “auténtica vergüenza” para España y los españoles.

Tras esta intensa mesa redonda llegaba el turno del diálogo entre Pablo Casado y el expresidente del Consejo Europeo y de Polonia, Donald Tusk,para hablar sobre globalización y vínculo Atlántico. El dirigente polaco, aparte de bromear con que igual se quedaba en Valladolid hasta noviembre para disfrutar del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas, advertía del “inestable panorama” europeo que queda reflejado en las elecciones de los países de los estados miembros de la UE, así como de que se estén poniendo en tela de juicio los valores tradicionales y derechos de los ciudadanos, el principio de subsidiariedad e incluso de los tribunales. “El orden geopolítico se tambalea mientras China aspira al papel de líder global”, apuntaba Tusk, mientras llamaba también a restablecer la confianza de los ciudadanos en la política.

La siguiente mesa era la que protagonizaba el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, junto al ex presidente del Parlamento europeo, sobre el futuro de Europa, en la que el jefe del Ejecutivo regional hacía una encendida defensa del viejo continente, de su legado y sus valores, pero también y sobre todo del futuro que se aviene a su lado.

«Castilla y León defiende a Europa y creemos que cuanto más España, más Europa, pero también al revés», decía el presidente de la Junta, mientras llamaba a romper con todos aquellos que quieren fracturar Europa, entre los que citaba a los comunistas, los populistas o los independentistas y separatistas.

Asimismo, Fernández Mañueco abordaba uno de los grandes problemas que asolan a la UE, como es la despoblación, e invitaba a todos los países a reflexionar sobre qué Europa quieren para el futuro, si una que apueste por las grandes ciudades u otra que defienda repoblar en todo el territorio.

El fundador de Forza Italia, por su parte, coincidía con Fernández Mañueco en que “Europa es el futuro”, defendía que que la idea de Europa no puede limitarse a cuestiones de política agraria o industrial y echaba en falta “más líderes europeos”, especialmente después de la marcha de Angela Merkel, mientras recordaba otros tiempos con Aznar, Berlusconi, Blair, Barroso y Chirac. “Estos sí que tenían una visión europea, no una visión pequeña nacional”, apuntaba Tajani.

Los debates de la tarde estuvieron también interesantes por los temas y lo que se dijo. El primero se centró en la concordia, la Constitución y el patriotismo, con los ex ministro con Aznar, Josep Piqué y Marcelino Oreja, como protagonistas, acompañados del historiador Manuel Álvarez Tardío y del secretario del Congreso de los Diputados, Adolfo Suárez, hijo del primer presidente de la Democracia.

Muy aplaudida fue la intervención de Piqué, cuando llamaba a los populares a combatir el populismo con la firmeza de las convicciones que siempre les han caracterizado, pero expresando estas con moderación y sentido común, y tejiendo consensos internos para “salvaguardar” la “voluntad de concordia” que se fraguó en la Transición.

Marcelino Oreja, por su parte, aseguraba que es posible la concordia “pero siempre que no se intenten reabrir viejas heridas, y que se acepte que el otro puede tener una parte de verdad o razón”.

Más beligerante estuvo la última de las mesas redondas en la que se debatió sobre unidad nacional y estado autonómico frente al nacionalismo, con la presencia de Alejo Vidal Cuadras, ex presidente del PP en Cataluña y de Vox; del ex portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta; del diplomático Juan Claudio de Ramón; y de la catedrática de Ciencia Política, Edurne Uriarte.

Un intenso debate que subió de decibelios cuando Vidal Quadras rechazó que el Estado de las autonomías haya supuesto un éxito, llamó “ciegos” a los responsables del PP que así lo creen, entre ellos Fernández Mañueco, y advertía de que no se puede poner en manos de los enemigos de España instrumentos con los que pueden destruir al país, en referencia a Cataluña o el País Vasco.

Una afirmación que era contestada por Edurne Uriarte, quien, sin embargo, defendía que el modelo autonómico ha mejorado la calidad de vida y bienestar de los ciudadanos en territorios como Castilla y León. Girauta, por su parte, señalaba que en estos momentos no es viable un cambio de modelo por lo que apuntaba directamente a la lealtad de los gobernantes para conseguir que el estado de las autonomías funcione.

Finalmente, Tardío se refería a la deriva delPSOE. “Está dejando de defender algunos de los valores que habían defendido durante mucho tiempo, que significaban aceptar que la izquierda había cometido muchos errores en el pasado”, decía, mientras aseguraba también que una parte de la izquierda “tiene raíces históricas muy profundas” que le impiden defender la democracia como pluralista, y que le gustaría más un entorno de transformación social revolucionaria”.

Una jornada en la que, en definitiva, Casado salía muy arropado, pero también con un claro mensaje: que no caiga en las trampas del populismo y que lo combate con reformas y, sobe todo, con certidumbres. certidumbre