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Estos son los pueblos de Castilla-La Mancha en los que el agua no es apta para el consumo

Esta situación es causa de la contaminación por nitratos y dejó a más de 18.000 de personas en la región sin agua potable.
Estos son los pueblos de Castilla-La Mancha en los que el agua no es apta para el consumo
Imagen de una persona llenando un vaso con agua del grifoLaRazónLaRazón
María Martín Balmaseda

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La organización Ecologistas en Acción ha alertado este jueves de que la contaminación con nitratos del agua de consumo humano ha aumentado. Un problema que ha dejado sin agua potable a un 50 por ciento más de municipios que el año anterior, en concreto, a un total de 18.611 de personas en la región.
Según los datos del Ministerio de Sanidad sobre presencia de nitratos en agua de consumo humano, en 2023 fueron 257 los municipios españoles responsables del suministro de agua potable que detectaron valores de nitratos por encima de los 50 mg/l permitidos por la normativa en alguna de sus redes de distribución.
El caso de contaminación más alarmante a nivel nacional se produjo en el pequeño pueblo de Torrejoncillo del Rey, en la provincia de Cuenca, localidad en la que un litro de agua de consumo humano contenía 493 mg de nitratos, diez veces más que el límite permitido por la ley, lo que la hacía tóxica para su consumo. 
En Castilla-La Mancha existen otros casos notables como el de Salmeroncillos de Abajo, también en la provincia de Cuenca, dónde la contaminación microbiológica y de nitratos ha inutilizado su abastecimiento durante dos años.

Pueblos con agua no apta para el consumo en 2023 

En relación al año 2023, hasta 25 localidades superaron los niveles permitidos de nitratos. Es el caso de Torrejoncillo del Rey (Cuenca) con 493 mg, Pétrola (Albacete) con 152 mg de nitratos, Villaverde y Pasaconsol (Cuenca) con 100 mg, Viveros (Albacete) con 80 mg, Talayuelas (Cuenca) con 78 mg, Abengibre con 77 mg, Salmeroncillos (Cuenca) con 72 mg, Las Mesas (Cuenca) con 70 mg, Cañada Juncosa (Cuenca) con 68 mg, San Andrés del Rey (Guadalajara) con 61 mg y Valdegrudas (Guadalajara) con 60 mg son otras de estas localidades.
A estos municipios les siguen Centenera (Guadalajara), Ossa de Montiel (Albacete), Las Pedroñeras y Villar de Cañas (Cuenca) con 56 mg, La Herrera (Albacete) con 55 mg, Montalvos (Albacete) con 54 mg, Ontur (Albacete) con 53 mg, Casas de los Pinos (Cuenca) con 52 mg, Pozuelo (Albacete) con 51 mg, Torralba de Calatrava (Ciudad Real) con 51 mg, La Alberca de Záncara (Cuenca) con 50 mg, El Ballestero (Albacete) con 50 mg y Fuentenava de Jábaga (Cuenca) con 50 mg. 

220.000 personas sin agua

Según Ecologistas en Acción, esta contaminación dejó sin agua apta para el consumo a al menos 220.000 personas, 18.611 en la región. Estos datos hacen referencia al 84,0% de la población censada en 2023, una cifra que podría ser mayor, ya que los datos no incluyen a las zonas de abastecimiento con menos de 50 habitantes o las que suministran menos de 10 m3 de agua al día.
La contaminación del agua por nitratos tiene su origen en el uso masivo de abonos nitrogenados en la agricultura intensiva, así como en las macrogranjas. Con el crecimiento de ambas actividades económicas, se podría prever que también lo hiciera esta contaminación, que daña acuíferos y aguas superficiales, en muchos casos de forma casi irreversible, y supone un grave riesgo para la salud humana.

Reproches por la situación

En este sentido, Ecologistas en Acción ha denunciado que en Castilla-La Mancha coincida la llegada de estos datos con la finalización de una moratoria que no ha sido suficiente "para contener la creciente contaminación y con la publicación de un decreto de purines que va a mantener el 'status quo' por diez años más merced a un incomprensible periodo de adaptación de una década en su aplicación".
"Nuestros dirigentes están jugando a la ruleta rusa con sus ciudadanos", afirman desde la organización ecologista, que sostiene que el acceso al agua potable y el saneamiento es un derecho humano, considerado como tal por Naciones Unidas desde 2010.
Por todo ello, la organización exige al Gobierno español y a los partidos políticos que modifiquen el Real Decreto 3/2023 de agua de consumo humano, reduciendo el valor límite máximo permitido (50 mg/litro), ya que supone una incongruencia que permitan en el agua de consumo el doble de nitratos (25 mg/l ) que se permiten en ecosistemas fluviales.