¿Quién debería pagar el rescate de los espeleólogos desaparecidos en la cueva de Soba?

Tras dos días de búsqueda y 921 horas de trabajo en un operativo que ha empleado un helicóptero, 27 vehículos, drones y un total de 125 efectivos de todas las administraciones, incluyendo miembros del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil y personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME), los espeleólogos Alfonso Urrutia y Paloma Bombín pudieron ser rescatados de la cueva cántabra de Soba.

Por tanto, hablamos del despliegue de un dispositivo que, sin duda, conlleva un gran coste (sólo la movilización de un helicóptero de rescate supone un gasto de 1.906 euros, el mismo que implica cada hora de vuelo). Ante esta situación, puede surgir la pregunta de quién se hará cargo de dicho gasto.

Cuando se activa un equipo de socorro en espeleología se requiere abonar por las seis primeras horas la cantidad de 569 euros, además de 114 euros por cada hora que se añada. Según fuentes del 112, las horas de trabajo ascendieron a 40, lo que supondría una factura de 4.217 euros. Lo que ocurre es que la aplicación de dichas tasas sólo se produce si los afectados cometen una "negligencia grave" o una imprudencia "flagrante", de manera que es el Gobierno quien acaba acarreando con los gastos en la mayoría de los casos.

Tan sólo en una ocasión el Gobierno autonómico cobró por un rescate, en el caso de una pareja que se perdió en la nieve en Bárcena Mayor en el año 2021 por no llevar el equipamiento correspondiente. Aunque otras comunidades como Asturias han recurrido a este procedimiento en numerosos casos durante los últimos años, cobrando tasas por negligencia en unas treinta ocasiones.

El Gobierno cántabro se plantea cobrar el rescate

En este caso, el Gobierno de Cantabria ha abierto un expediente informativo considerando que en el rescate de los dos espeleólogos castellanoleoneses podría proceder la imposición de una tasa; así como para averiguar quién tenía la responsabilidad de haber informado al Centro de Emergencias 112 y no lo hizo: si los deportistas o la empresa que contrataron. Según ha explicado la consejera de Seguridad, Isabel Urrutia, en declaraciones a RTVE, "lo que vamos a hacer en ese expediente informativo es dilucidar quién tenía la responsabilidad, si la responsabilidad se puede ceder a una empresa que contratas, si hubo mala fe por alguien...".

Cabe destacar que para entrar en determinadas cuevas de Cantabria es obligatorio informar previamente al 112, por su dificultad técnica, entre las que se encuentra la cueva Garma Ciega-Sima del Sombrero, donde precisamente se perdieron los espeleólogos. En cambio, nunca se realizó ese aviso ni por parte de los deportistas ni tampoco de la empresa contratada. Lo que hicieron los espeleólogos fue informar de la hora de entrada y de salida a sus familiares, quienes se encargaron de llamar al 112. De esta manera el avisó llegó, pero de forma indirecta.

Este factor fue subrayado por la propia consejera esta semana al informar del operativo de rescate, incidiendo así en la obligatoriedad de especificar datos como el número de personas que entran a la cueva, la hora de previsión de salida o el equipamiento. Nada de esto se comunicó de manera directa por parte de los espeleólogos, lo que ahora podría acabar costándoles caro.