Turismo

El pueblo de Cantabria con las casonas y palacetes espectaculares que no te puedes perder

Es conocido también por "La Flor de los Albarqueros" y su vaca tudanca en piedra

Una casona del pueblo.
Una casona del pueblo.Esencia de Cantabria.

"La Flor de los Albarqueros" es el nombre por el que también se conoce a este pueblo de montaña cántabro cuya arquitectura es absolutamente espectacular.

Este nombre le viene dado porque en la localidad había muchísimos artesanos dedicados a hacer albarcas, unos zuecos de madera típicos de Cantabria que se utilizaban para meter dentro el pie y protegerse de la nieve y el frío.

Hoy, aún quedan algunos artesanos que mantienen la tradición y también algunos que las siguen usando en la zona rural.

Caminar por sus calles es transportarse a otra época, los siglos XVl, XVll y XVlll que fue cuando se construyeron la mayoría de casonas y palacetas de esta localidad. Tan bonito es el pueblo y tan bien se conserva que fue declarado Conjunto Histórico Artístico.

Enclavado en el valle del Nansa, Carmona es el pueblo donde mejor está representada la arquitectura montañesa de Cantabria y además, esta rodeado de la naturaleza de la Sierra del Escudo de Cabuérniga, donde se puede ver inmensos prados y terrazas donde antes se plantaban hectáreas y hectáreas de maíz y otros cereales procedentes del América.

Las casonas del centro contrastan con las viviendas campesinas de el Barrio La Pesa, con éstas casas mucho más sencillas y humildes, pero no por ello menos bonitas.

Es Carmona un pueblo de contrastes. El río Quivierda, afluente del Nansa, cruza la localidad, y si se sube hasta la parte alta del pueblo, los visitantes se encontrarán con la vaca tudanca en piedra, construida en homenaje y reconocimiento a su ganado autóctono.

El edificio más emblemático es el Palacio de los Díaz Cossío y Mier, construido a principios del XVIII, y terminado en 1715, mandado edificar por Francisco Díaz de Cossío. Un auténtica joya de la arquitectura tradicional de alta montaña en Cantabria.

La casa de la Corralá, con tres balconadas, es otra de las maravillas de la arquitectura de Carmona. El Palacio de los Mier, donde ahora se ubica el parador, está considerado el mejor edificio del pueblos por la combinación de casona montañesa con la arquitectura barroca.

Carmona bien merece una visita y es que es uno de los pueblos de Cantabria que parece mantenerse en la vida de hace siglos, en lo que se refiere a su arquitectura. Los bulevares, los arcos, los soportales, las balconadas y las buhardillas de sus casas forman un conjunto que deja los ojos abierta y sin pestañear.

Un plan perfecto para un fin de semana que une pueblo y naturaleza, porque la Sierra del Escudo de Cabuérniga es una barrera natural de montaña que parece que abraza a Carmona y donde se pueden hacer rutas o simplemente pasar el día, disfrutando de un bocata en plena naturaleza cántabra.