Patrimonio
La ermita cántabra enclava en medio de un acantilado y que lleva siglos aguantando la fuerza del mar
Es un de las joyas arquitectónicas más bonitas y más desconocidas del norte del país.
Que Cantabria es todo belleza, de una punta a otra de la región es algo sabido y conocido, pero siempre quedan secretos por descubrir.
Muy cerca de una de sus localidad más visitas y conocidas, Suances, se encuentra una ermita que deja a todos los que la visitan con la boca abierta.
Y es que parece realmente imposible que alguien haya podido construir este templo en medio de un acantilado. Las olas rompen en las pareces del templo y la estampa es casi mágica. Es una de esas bellezas desconocidas que hay que visitar sí o sí.
La ermita de Santa Justa, ubicada en Ubiarco, fue declarada Bien de Interés Local en el año 2010. Sus paredes son de piedra y está cubierta de teja, ahí metida dentro de un agujero costero y en pleno acantilado con el Cantábrico siempre rondando alrededor de ella.
Esta edificación data del siglo XVl y se ha convertido en lugar de peregrinación, no solo dentro de Cantabria sino también en la costa norte del país. Además, encima del acantilado que la abraza con fuerza, se encuentran los restos de la Torre de San Telmo.
Fueron dos hermanas, Justa y Rufina, dedicadas a la alfarería y que trabajaban en el barrio de Triana (Sevilla), a comienzos del siglo lll, las que fueron perseguidas y torturadas hasta la muerte. ¿Su delito? ser cristianas.
Consideradas mártires, cada 19 de agosto se celebra en honor a ellas una romería en el pueblo de Ubiarco y los vecinos del pueblo transportan a hombros hasta la capilla enclavada en el mar, la imagen de la virgen.
Este templa cántabro se levantó en el siglo XVl, pero ya hubo antes una iglesia que se había construido en el siglo XVll, consagrada a partir de unas reliquias de las dos santas sevillanas.
Al construirse dentro de las rocas, el templo cuenta solo con dos pareces y se considera un conjunto semirupestre. Su interior es sencillo, bastante oscuro y solo dispone de una lámpara. No necesita de más ornamentos porque la belleza de este lugar y su magia se la otorgan su ubicación y el mar.
Siglos resistiendo a los envites del mar
De momento, la capilla va resistiendo a los envites del Cantábrico, allí se mantiene después de tanto siglos, algo que para muchos es considerado un verdadero milagro.
Si vas a Cantabria no dejes de visitarla y tampoco la pases por alto si haces el Camino de Santiago, ya que la ruta de la costa pasa justo al lado, en el tramo entre Suances y Santillana del Mar.
Quienes la conocen la consideran una de las joyas arquitectónicas más bonitas del norte de España y desde luego de Cantabria.
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