La bebida cántabra que te quita el frío de un sorbo

Cantabria tiene muchas cosas que descubrir. No solo sus pueblos, sus ciudades o sus parajes naturales, que también, pero hay cientos productos que son menos conocidos y que cuando se descubren resultan una maravilla para el paladar de el que los prueba.

Más allá de los clásicos que son más que conocidos: la anchoa de Santoña, el sobao pasiego, la quesada, el cocido montañés o el cocido lebaniego, hay un producto que se fabrica solo en Cantabria de forma artesanal y que seguro que aún has probado. ¿ A qué te sabe el orujo de Potes?

Se trata de un aguardiente que se hace de forma artesanal y que es ideal para quitar el frío o para cerrar una comida copiosa. Dicen los que lo han probado que basta con un sorbo de este licor, que se elabora a partir de una receta ancestral, para entrar en calor.

Obviamente, y dada su alta graduación, se recomienda su consumo moderado. Se obtiene por la destilación de los orujos fermentados, procedentes de la vinificación de uvas producidas en la comarca.

Dicen los productores artesanos que para hacer un buen orujo, el ingrediente principal es la calma, ya que nunca podrá salir bien si se pretende hacer con prisas.

Hay varios utensilios que son necesarios para su preparación, pero el principal es la alquitara, que es un recipiente donde se calienta el hollejo.

Desde el año 1991 se realiza en Potes la Fiesta del Orujo, una celebración en torno a esta bebida y en la que se puede disfrutar de música tradicional en directo, mercado y cómo no, la degustación de los mejores aguardientes de la zona.

Cada año se galardonan a una o varios personas como orujeros mayores, y que son los encargados de leer el pregón y participar activamente en el festival con conferencias y sobre todo con el encendido de las alquitaras. Además, se otorga la Alquitara de Oro a la marca que ha producido mejor orujo del año. Este fin de semana tuvo lugar el certamen de este año.