Sucesos

Desarticulan una red de narcotráfico en Gran Canaria dirigida por la banda motera Hell Angels

La organización criminal se dedicaba a la adulteración y distribución de droga, detenciones ilegales y coacciones

Desarticulan una banda dedicada al narcotráfico dirigida por la banda motera Hell Angels en Gran Canaria
Dinero, material y drogas incautadas en la Operación Tamboril, llevada a cabo por Guardia CivilEuropa Press

En el marco de la operación "Tamboril", la Guardia Civil ha arrestado a 12 integrantes de una organización criminal vinculada al narcotráfico, liderada por miembros de la banda motera Hells Angels. La organización criminal se dedicaba a la adulteración y distribución de droga, detenciones ilegales y coacciones.

Para desmantelar esta organización, se llevaron a cabo nueve registros domiciliarios, tres de los cuales operaban como puntos de venta de drogas abiertos las 24 horas, según indicó la Guardia Civil en un comunicado de prensa.

La operación se inició tras obtener información sobre varios puntos de distribución de drogas gestionados por miembros de los Hells Angels, los cuales servían como fuente de financiación para otras actividades ilícitas.

La investigación permitió a los agentes confirmar que el líder de la organización era un miembro de alto rango del grupo motero "fuera de la ley o 1%" en Canarias. Además, tras un homicidio relacionado con un ajuste de cuentas entre uno de los miembros de la banda y un consumidor en Gáldar (Gran Canaria), se descubrió que los apartamentos utilizados como puntos de venta de drogas también contaban con habitaciones acondicionadas para el consumo de las sustancias adquiridas allí. El consumo dentro de las mismas instalaciones tenía como objetivo "dificultar la detección y persecución" de los miembros de la banda.

Estructura de la banda en la isla

La estructura de la organización criminal seguía un modelo jerárquico y piramidal. En la cima se encontraban los miembros de pleno derecho o "full members" de Hell Angels Canary Islands, responsables de supervisar y controlar las operaciones de venta de drogas, y que en ocasiones recurrían a la violencia extrema cuando lo consideraban necesario.

Por debajo de ellos estaban los "supporters", personas que, aunque no eran miembros oficiales de la banda, mantenían vínculos con ella, siguiendo sus órdenes y mostrando lealtad hacia sus integrantes.

En el nivel más bajo de la organización se encontraban los vendedores y recepcionistas de los diferentes puntos de venta, generalmente personas con problemas de adicción a las drogas. La organización aprovechaba su situación de vulnerabilidad para controlarlos y obligarlos a realizar las tareas de distribución de sustancias.

Castigos físicos y amenazas

Dentro de esta banda, los líderes recurrían frecuentemente a severos castigos físicos, amenazas o aislamientos hacia las familias de los involucrados. En algunos casos, los vendedores eran retenidos y mantenidos en contra de su voluntad, siendo liberados solo para cumplir con su turno de venta de drogas.

La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas, con el respaldo de la Sección de Información de Canarias y la Jefatura de Información (UCE3). También ha contado con la colaboración de la Agrupación de Reserva y Seguridad (GRS), las Unidades de Seguridad Ciudadana de las Comandancias de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, el Servicio Cinológico, y ha sido dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción n° 2 de Santa María de Guía de Gran Canaria.