Mario Mingo aboga por una transformación en nuestra Sanidad

Los españoles votamos el pasado domingo y, como todos ustedes saben, el PSOE fue la opción elegida para conformar el próximo Gobierno del país. En solitario –desde la minoría– u optando por alguna de las distintas opciones de pacto posibles con otros partidos políticos, la visión sobre el acceso universal a la asistencia, sobre política farmacéutica, sobre la gestión y la planificación de profesionales... que defienden los socialistas marcará el presente y el futuro de un Sistema Nacional de Salud (SNS) muy necesitado de un nuevo modelo de financiación, así como de implementar cuanto antes avances tangibles en la atención a los pacientes crónicos, en la personalización y humanización de la asistencia, en la coordinación sociosanitaria, en la optimización de los recursos existentes...

Sí o sí, la XIII legislatura ha de ser concluyente en la transformación de nuestra Sanidad –integración sociosanitaria, digitalización, medicina personalizada y humanizada...–, dejando definitivamente atrás la el uso partidista de la misma y haciendo real una política sanitaria de consenso que ofrezca una respuesta satisfactoria a las necesidades en salud de las personas.

Aunque el nuevo reparto de escaños en el Congreso de los Diputados y el Senado haya elevado la fragmentación y la complejidad en el funcionamiento del poder legislativo, la nueva realidad ha de entenderse como una oportunidad para generar las sinergias que el SNS requiere para ser solvente.

Resulta fundamental que los partidos que conformen la oposición sean constructivos en sus planteamientos y propuestas, pero lo que se antoja imprescindible en mayor medida es que el nuevo Ejecutivo lidere la predisposición al acuerdo y anteponga los intereses comunes de los españoles a su beneficio particular.

Sólo de esta manera nuestra Sanidad será la que verdaderamente requerimos los ciudadanos, más allá de lo que se extienda la legislatura y de una manera plenamente sostenible.