Así es la ruta al monasterio perdido que solo puedes disfrutar en Asturias

En ocasiones hay lugares preciosos que no suelen aparecer en las guías, pero que tienen una belleza impresionante y que son dignos de visitar. Hoy te descubrimos un monasterio, que data de los siglos X y Xl, y que se encuentra en el concejo de Llanes y al que puedes acceder dando un paseo.

Se trata del Monasterio de San Antolín de Bedón, en la parroquia de Naves. Fueron los monjes benedictinos los que establecieron allí su comunidad, aunque se desconoce el motivo por el que optaron por esta lugar y no por otro. Quizás se quedaron prendados de la belleza natural de este enclave, en medio de la naturaleza cantábrica y a escasos metros de la playa de San Antolín.

Se trata de un construcción medieval, que fue clave durante la Edad Media y que entró en declive cuando los monjes se trasladaron a Celorio. Así, en el siglo XlX ya el monasterio estaba en ruinas, pero mantiene su belleza y se puede visitar. Es más, su iglesia románica está en pie y se mantiene igual, prácticamente, que cuando se construyó.

El estilo de la iglesia se corresponde con un románico avanzado, de transición al gótico, porque ya se usa el arco apuntado.

En este lugar se han generado decenas de leyendas e historias y es precisamente este escenario mágico y desconocido lo que le impregna un encanto especial. Si visitas Asturias tienes que acercarte a conocer este lugar, que además está en Llanes, uno de concejos turísticos por excelencia y cuya capital es un pueblo marinero precioso donde puedes pasear por sus callejuelas, por su puerta y disfrutar de la gastronomía más tradicional asturiana.

Una capital marinera de impresionante casco histórico, tradición marinera, etnografía, folclore, gastronomía, playas y montañas que miran a los Picos de Europa. Cultura tradicional y de vanguardia, historias de indianos y cineastas enamorados…

El casino, la torre medieval, el paseo de San Pedro, la playa del Sablón, el palacio del Duque de Estrada, el faro, el puerto, los Cubos de la Memoria y el Monasterio de San Antolín de Bedón componen un conjunto que hace de esta villa marinera una de las más bellas del norte.