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Este pueblo medieval en el Pirineo aragonés tiene 1.000 años de historia y es ideal para una escapada rural

En sus calles se preserva la historia de la época de defensa y religiosidad de la Corona de Aragón y las órdenes militares

Este pueblo medieval en el Pirineo aragonés tiene 1.000 años de historia y es digno de visitar
Este pueblo medieval en el Pirineo aragonés tiene 1.000 años de historia y es digno de visitar Turismo de Aragón

Si buscas una escapada única que te transporte al pasado, Aragón alberga un pueblo medieval perfecto para desconectar del bullicio. Enclavado en el valle del río Noguera Ribagorzana y rodeado de paisajes naturales impresionantes, este rincón cuenta con calles empedradas, monumentos históricos y una atmósfera que recuerda a la Edad Media. Este lugar se ubica a un par de kilómetros de distancia de Puente de Montañana.

Se trata también de Montañana, un pequeño pueblo medieval de la comarca de La Ribagorza que ha sido declarado Bien de Interés Cultural por su valor patrimonial. Pasear por sus calles es como retroceder en el tiempo, ya que se pueden encontrar iglesias románicas, torres defensivas y ruinas que datan del siglo X, época en la que el pueblo fue un punto clave en la línea defensiva de los Pirineos.

Historia de Montañana

Montañana comenzó a consolidarse como asentamiento durante el siglo XI, en un período de expansión cristiana hacia el sur. En esos años, el lugar se convirtió en un punto defensivo indispensable en la frontera de los reinos cristianos de la península ibérica. Debido a su posición en las montañas, Montañana servía de protección y control de los pasos y caminos que cruzaban los Pirineos, dificultando el avance de posibles invasores.

El crecimiento de Montañana continuó bajo el dominio de la Corona de Aragón, especialmente durante los siglos XII y XIII, cuando el pueblo llegó a contar con varias iglesias románicas, una ermita y un puente medieval de doble arcada, que hoy se ha convertido en uno de sus símbolos arquitectónicos más reconocibles. Por ejemplo, La iglesia de Nuestra Señora de Baldós, del siglo XII, y la ermita de San Juan.

Con el tiempo, y especialmente a partir del siglo XVI, Montañana comenzó a perder su importancia estratégica. La consolidación de los territorios cristianos en la península ibérica y la reducción de conflictos en la región hizo que las funciones defensivas del pueblo fueran menos necesarias. Esto, sumado a la emigración de sus habitantes hacia zonas urbanas en busca de mejores oportunidades, llevó al despoblamiento gradual del pueblo.

Durante el siglo pasado, Montañana estaba prácticamente deshabitado y muchos de sus edificios en ruinas. Sin embargo, en 1999, el Gobierno de Aragón lanzó un ambicioso proyecto de restauración para recuperar el patrimonio arquitectónico y cultural de Montañana.

¿Cómo llegar?

Este tesoro medieval es accesible desde diversos puntos de Aragón. Para llegar, se debe tomar la carretera hacia la comarca de La Ribagorza (Huesca) y, al pasar El Puente de Montañana, girar en un desvío a la izquierda. El camino conduce directamente al pueblo, que espera a los visitantes para ofrecerles historia y naturaleza única.

Después de explorar el pueblo y disfrutar de sus rutas y monumentos, se recomienda hacer una parada para degustar la gastronomía local. En las cercanías se encuentran el Hostal Condes de Ribagorza, el Hostal Restaurante Isidro y el Restaurante Pallás, donde se pueden probar platos típicos de la cocina aragonesa en un ambiente acogedor.