El 19 de julio de 2023, en una de las intersecciones del barrio zaragozano de El Gancho, Riad Roumani, alias "El Espagueti", protagonizó un hecho que conmocionó a los vecinos. Con varias puñaladas intentó acabar con al vida Oussama, un conocido del barrio, perforándole un pulmón y el pericardio. El ataque, que pudo haber sido mortal de no ser por la rápida intervención médica, se produjo en un contexto de tensiones personales agravadas por el consumo de sustancias estupefacientes.

Roumani es conocido por las autoridades como uno de los delincuentes más peligrosos de Zaragoza debido a su extenso historial delictivo. Con más de 20 antecedentes penales que incluyen robos con violencia, tráfico de drogas y otros episodios de agresión, su nombre era ya sinónimo de peligro en la zona. En una intervención previa en 2022, se le incautaron sustancias ilegales, como 35 pastillas de trankimazin y 35 gramos de cannabis.

Condena de alias "El Espagueti"

Roumani fue apresado de manera inmediata. Durante el juicio, el joven confesó el apuñalamiento, pero trató de justificarlo señalando que "se le fue la mano" después de que la víctima insultase a su madre "lo más sagrado". En su defensa, mencionó que estaba bajo los efectos de drogas y alcohol en el momento del ataque. A pesar de sus intentos por minimizar la gravedad del acto, el tribunal determinó que el apuñalamiento tenía la clara intención de causar daño grave, lo que llevó a su condena por intento de asesinato.

La Fiscalía y la acusación particular habían solicitado penas más severas, de entre 11 y 15 años, considerando la gravedad del caso y el historial del acusado. Sin embargo, el tribunal aplicó la atenuante analógica de toxicomanía, señalando que sus facultades intelectuales podrían haber estado parcialmente alteradas durante el ataque. Esto redujo la condena a ocho años de prisión, aunque se dictaminó también su deportación a Argelia –su país de origen– una vez cumplida la pena.

El tribunal también abordó el papel de Abdelkarim E.B., otro joven implicado en el incidente. Aunque inicialmente se le acusó de cooperador necesario, finalmente fue absuelto de este cargo y condenado a una multa de 180 euros por un delito menor de maltrato de obra.

El barrio el Gancho: marginalidad y consumo de drogas

El caso pone de relieve las condiciones sociales y económicas que pueden contribuir a la delincuencia en barrios vulnerables. El Gancho, ubicado en el Casco Histórico de la ciudad, es un ejemplo de cómo el entorno puede influir en el comportamiento delictivo. La migración de muchas familias hacia zonas más modernas de la ciudad, junto con la falta de inversión en infraestructuras, provocó que El Gancho se convirtiera en una zona más vulnerable.

Además, la llegada de nuevos habitantes en situación precaria y problemas asociados al desempleo y la delincuencia contribuyeron a que el barrio adquiriera una reputación complicada. En las últimas décadas, El Gancho se ha enfrentado a desafíos como la marginalidad, el consumo de drogas y la inseguridad. Sin embargo, estos problemas no han definido completamente su identidad.

Hoy en día, el Ayuntamiento de Zaragoza y diversas organizaciones llevan a cabo proyectos para regenerar El Gancho. Entre ellos, destacan programas de rehabilitación de viviendas y espacios públicos, así como iniciativas culturales para dinamizar el barrio.

"Made in El Gancho" es uno de los ejemplos más llamativos, un proyecto que busca poner en valor el talento local y fomentar el emprendimiento. Además, se han rehabilitado espacios como La Harinera de San José, un centro cultural y artístico que sirve como punto de encuentro para la creatividad y la innovación.