¿Crees que puedes correr más que una vaca? Te sorprenderá la velocidad que alcanzan estos bovinos

España es un país donde tenemos la suerte de celebrar fiestas y tradiciones únicas, como la 'tomatina' de Buñol (Comunidad Valenciana) o los espectáculos de San Fermín en Pamplona. Muchos de los festejos han incluido, desde hace varios siglos, a uno de los animales que más representa nuestra identidad nacional: el toro, todo un icono español.

Durante los encierros, cientos de personas echan a correr delante de estos imponentes, veloces y pesados bovinos, que avanzan incesantemente por las calles armados de sus grandes astas. Los toros que se utilizan en esta clase de espectáculos populares han sido seleccionados genéticamente, y además se les ha entrenado desde pequeños para que rindan al máximo físicamente.

Su contraparte, las apacibles vacas, pasan los días paciendo en el campo, ajenas a todo el estrés y frenesí de los machos. Dada la tranquilidad con la transcurren sus vidas, es difícil pensar que se trata de unos animales tan ágiles y raudos como en realidad son. Al revés de lo que suscita su apariencia calmada y pesarosa, estos animales de granja podrían ganarle en una carrera a la mayoría de personas.

¿Crees que puedes correr más que una vaca? Te sorprenderá la velocidad que alcanzan estos bovinos

Cuando hablamos de velocidad en el reino animal, lo más común es que se nos vengan a la cabeza especies como los guepardos, los caballos de carreras o las rápidas antílopes que deben escapar de grandes felinos para no convertirse en su cena. Sin embargo, y aunque la imagen de una vaca corriendo a gran velocidad puede parecer inusual, los datos muestran que estos bovinos poseen una capacidad de aceleración realmente sorprendente.

Las vacas domésticas (Bos taurus) no tienen un cuerpo diseñado para la velocidad, sino para la resistencia y el pastoreo. En cambio, cuando son estimuladas o se encuentran en situaciones de peligro, se ha registrado cómo pueden alcanzar incluso los 40 kilómetros por hora (km/h) en distancias cortas. Esta capacidad responde a su fisiología, que les permite reaccionar rápidamente ante amenazas.

El ser humano, por otro lado, alcanza de promedio unas velocidades de entre 20 y 25 km/h al realizar un sprint corto. En una carrera de distancia reducida, cualquier vaca vencería por mucho a una persona, pero no es así en todos los casos. Atletas de élite, como Usain Bolt, han registrado velocidades máximas de 44 km/h en su mejor rendimiento.

Es decir, que aunque una persona promedio sería superada por una vaca en un arranque explosivo, un velocista entrenado podría igualar o superar su velocidad. Los humanos poseen una mayor resistencia y capacidad de adaptación a diferentes terrenos, lo que les permite mantener velocidades constantes durante más tiempo que la mayoría de los cuadrúpedos.

Si en la competición se tuviera que cubrir una distancia larga, con cambios de dirección o sobre un terreno más complejo, serían los seres humanos quienes llevásemos la ventaja sobre los bovinos. Ante una estampida animal, lo recomendable siempre es apartarse del camino, ya que ganarles en velocidad sería prácticamente imposible, además de arriesgado.