Arqueología
Este municipio cuenta con el mayor conjunto de fósiles cámbricos de Europa
Algunos tienen una antigüedad de 550 millones de años, cuando esta zona estaba sumergida en el mar
El Geoparque Mundial de la Unesco Sierra Morena de Sevilla está situado al norte de la provincia de Sevilla, en las alineaciones montañosas de la región occidental de Sierra Morena, y es uno de los mayores espacios naturales protegidos de Andalucía, con 177.484 ha de extensión.
El geoparque engloba diez municipios: Alanís, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Las Navas de la Concepción, El Pedroso, La Puebla de los Infantes, El Real de la Jara y San Nicolás del Puerto.
Constantina aglutina una gran oferta turística tanto para los apasionados al deporte al aire libre, como a los amantes de la Historia. El pueblo destaca por sus casas blancas, sus mansiones señoriales y su castillo, declarado Bien de Interés Cultural en 1985.
La zona ha atraído a numerosas civilizaciones por sus diversos recursos naturales. El paisaje ha sido transformado por los diferentes pobladores quienes aprovecharon la riqueza que el espacio les brindaba. Un ejemplo de este cambio es el Cerro del Hierro, declarado Monumento Natural, donde la extracción de mineral y la acción de la lluvia han dejado al descubierto un paisaje kárstico que hoy día es aprovechado por deportistas para la practica de la escalada.
La red hidrográfica del parque natural también juega un papel fundamental en su historia y paisaje. Tres son los ríos principales que refrescan la comarca: el Rivera del Huéznar, en la zona central del parque, el río Viar al Oeste y, por último, el Retortillo, al este. Los dos primeros acogen magníficos bosques galerías, donde realizar la pesca de la trucha, una modalidad insólita en Sevilla.
Entre sus atractivos se encuentra el Monumento Natural de las Huellas Fósiles de Constantina, que constituye el mayor conjunto de fósiles cámbricos de Europa, pues concentra, en una
superficie pétrea de 120 metros cuadrados, 90 fósiles de medusas, alguno de 88 cm de diámetro, de una gran calidad y con una antigüedad de 550 millones de años, cuando esta zona estaba sumergida en el mar.
Antiguamente se creía que estas marcas eran petroglifos, creados por el ser humano primitivo, de ahí la denominación del afloramiento como Piedra Escrita. Pero los estudios paleontológicos concluyeron que se trata de impresiones de cuerpos blandos de antiguas medusas. El escenario más probable sería que quedaron varadas en la costa durante una tormenta.
Este yacimiento, incluido en el Inventario Andaluz de Georrecursos, se localiza en el interior de una finca de titularidad privada por lo que no se puede acceder al mismo.
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